El exoplaneta gigante HD-207496b, con 6,1 y 2,25 veces la masa y el radio de la Tierra, podría estar pasando por un proceso de transformación nunca antes visto.
Un nuevo análisis reveló que este planeta rocoso en realidad se está encogiendo progresivamente. Además, ha adquirido lo que parece ser una atmósfera gaseosa y un océano similar al nuestro. Por lo tanto, podría estar convirtiéndose en una segunda Tierra a solo 138 años luz de distancia.
Este no es el primer «gemelo terrestre» que se conoce lejos de nuestro Sistema Solar. Los astrónomos han descubierto y confirmado alrededor de 5.300 mundos hasta ahora, y la mayoría comparten características con el nuestro: ya sea en cuanto a forma, tamaño o composición.
Sin embargo, ninguno de estos planetas sufrió un cambio tras su descubrimiento.
¿Una nueva Tierra?

Los investigadores de la Universidad de Oporto, en Portugal, fueron los responsables de este hallazgo. Con ayuda del buscador de planetas de velocidad radial de alta precisión (HARPS), detectaron que el exoplaneta HD-207496b había cambiado.
Hasta ahora, se consideraba un «súper planeta», 1,5 o 2 veces la masa de la Tierra con órbitas de alrededor de 100 días. Sin embargo, en algún punto se volvió similar a la estrella a su alrededor.
Los datos de HARPS revelaron que HD-207496b ahora tiene una masa de aproximadamente 6,1 veces la de la Tierra. Además, cuenta con un radio 2,25 veces mayor y una órbita de 6,44 días. Eso significa que la densidad del exoplaneta es de alrededor de 3,27 gramos por centímetro cúbico. Una cifra considerablemente menos densa que los 5,51 gramos por centímetro cúbico de la Tierra.
¿Por qué? Esta reducción solo tiene una explicación posible: la composición de HD-207496b no es completamente rocosa.
«Descubrimos que HD-207496b tiene una densidad más baja que la Tierra y, por lo tanto, debe tener una cantidad significativa de agua o gas en su composición. A partir del modelado de la estructura interna del planeta, concluimos que el planeta tiene una envoltura rica en agua, una envoltura en gas o una mezcla de ambas».
Susana de Barros, investigadora en la Universidad de Oporto
Así que, en pocas palabras, el exoplaneta no solo se está encogiendo sino que está cambiando para convertirse en una réplica perfecta de la Tierra.
Bitácora de un exoplaneta cambiante

Los astrónomos realizaron varias observaciones para ver de qué estaba hecho HD-207496b. Por lo general, cuando un exoplaneta orbita cerca de una estrella, ejerce una atracción gravitatoria propia. Esto quiere decir que el exoplaneta, técnicamente, no orbita la estrella. Más bien, los dos cuerpos orbitan en un centro de masa mutuo, conocido como el baricentro.
Dicha proximidad con la estrella anfitriona hizo que los investigadores sospecharan que, por debajo de cierto umbral crítico, el exoplaneta simplemente no debe tener suficiente masa para mantener un control gravitatorio sobre su atmósfera. Después de todo, el gas se evapora por la radiación estelar.
«Si el exoplaneta tiene una atmósfera rica en gas de hidrógeno y helio, la estrella anfitriona despojará al exoplaneta por completo dentro de 520 millones de años. Como resultado, HD-207496b será mundo oceánico desnudo».
Susana de Barros
Tanto este exoplaneta como su estrella, HD-207496, son relativamente jóvenes: tienen unos 520 millones de años aproximadamente. Así que su hallazgo representa una rara oportunidad para estudiar la juventud de un exoplaneta similar a la Tierra antes de la transformación en una «Súper Tierra».
Esto podría ayudar a los astrónomos a resolver un misterio en la detección de cuerpos rocosos más grandes que la Tierra pero más pequeños que Neptuno. ¿Por qué hay tantos? ¿Cómo se forman? ¿O qué tan habitables son?
«Una vez que conoce la masa y el radio de un exoplaneta, puede juntarlos para calcular su densidad. Aquí es donde se vuelve realmente interesante porque la densidad se puede usar para inferir de qué está hecho a cientos de años luz».
Así que solo el tiempo y las investigaciones del equipo nos dirán si el destino final de este mundo misterioso es similar al destino de nuestro planeta. O si, por el contrario, está transformación nunca antes vista dará lugar a otro tipo de mundo.
Referencias:
The young mini-Neptune HD 207496b that is either a naked core or on the verge of becoming one https://doi.org/10.48550/arXiv.2303.03775