¿A quién no le gusta destacar en su trabajo? Todos, absolutamente todos, deseamos convertirnos en trabajadores exitosos: capaces de cumplir con sus obligaciones en tiempo récord y ser reconocidos por ello.
Sin embargo, el camino al éxito no es sencillo. Es por eso que cada vez más personas recurren al “lado oscuro”, las emociones negativas, para exprimir sus talentos en lugar de esperar su momento con tranquilidad e ilusión.
La ansiedad o la ira son dos sentimientos que pueden hacerte exitoso en poco tiempo, ya que son tan energizantes como la alegría o la esperanza. Así lo han demostrado diversos estudios centrados en la productividad y los estados de ánimo. Pero estar enojados o estresados mientras trabajamos no es la mejor manera de alcanzar logros profesionales.
Hay un detalle que pocos ven cuando se pasan al lado oscuro, y es que estamos pagando esa energía extra con nuestra salud física y mental.
Alimentar el éxito con ansiedad
Los investigadores de la Universidad de Essex, en Reino Unido, identificaron 12 emociones en total que alimentan el éxito y repercuten en él. Entre ellas, la ansiedad, la ira, la alegría, la diversión, la inspiración y la esperanza.

Estos sentimientos pueden ayudarnos a mejorar nuestra concentración durante las largas jornadas de trabajo, así como idear nuevas soluciones a los problemas. Ambas, cualidades indispensables para mejorar la productividad.
Sin embargo, cada sentimiento se mueve a su propio ritmo por lo que algunos ofrecen más beneficios que otros.
A pesar de considerarse emociones negativas, los investigadores demostraron que la ansiedad y la ira eran tan energizantes como la alegría y esperanza. Por lo tanto, apoyarse en alguno de ellos resulta útil al momento de desarrollar nuevas ideas o completar proyectos en poco tiempo. Aunque, estos sentimientos más oscuros conllevan un riesgo: la mala salud.
Todos los que explotaron estas emociones negativas durante el trabajo, más 250 estudiantes en un experimento a gran escala, sufrieron más tarde síntomas psicosomáticos relacionados con el estrés, como dolores de cabeza, náuseas, dolor de espalda y falta de sueño.
Por lo tanto, a pesar de su poder energizante, la ansiedad concentrada puede provocar graves problemas de salud y, a largo plazo, reducir nuestra calidad de vida.
“Aunque el modelo pueda parecer abstracto a primera vista, el estudio muestra cómo las emociones de éxito se relacionan con aspectos fundamentales de nuestras vidas y pueden definir nuestro rendimiento en entrevistas de trabajo, exámenes y otras situaciones estresantes”.
Herbert W. Marsh, investigador en la Universidad de Essex
Lo bueno y lo malo del “lado oscuro”

Al estudiar los efectos del estrés en los estudiantes que recién entraban al mundo laboral, los investigadores descubrieron que sentimientos como la ansiedad y la ira a veces nos motivan más que el disfrute o la relajación. Esto debido a que activan regiones en el cerebro que se mantienen “neutrales” cuando trabajamos con otros sentimientos, como es el caso de:
Nuestro instinto de supervivencia, que estimula la producción de adrenalina. El aumento de la excitación sobrecarga la mente, permitiéndonos establecer conexiones que no están disponibles en otros estados emocionales.
O las neuronas que se encargan del pensamiento creativo, lo que nos ayuda a encontrar soluciones más originales y variadas, en comparación con las personas tristes o felices.
Las percepciones positivas y los sentimientos de control, por su parte, conducen al disfrute del aprendizaje, el deseo de éxito y el orgullo por los logros. Pero no pueden ayudarnos a ser exitosos, solo más felices en el proceso.

En este sentido, la ansiedad es casi una bendición pero solo para quienes no consideran que su salud sea más importante que sus logros profesionales. Sin embargo, para aquellos que sí quieren cuidar su cuerpo y mente, lo ideal sería alejarse del “lado oscuro”.
“Consideramos que la esperanza es la forma más sana y mejor de desencadenar el éxito y promover la felicidad a largo plazo. El fracaso y la lucha no definen el futuro de uno, es la percepción de los fracasos lo que tiene un fuerte efecto en las respuestas emocionales”.
Reinhard Pekrun, investigador en la Universidad de Essex
Con esto, los investigadores esperan que su estudio influya en la forma en que entrenadores, profesores y directivos inspiran los logros. No a través de sentimientos negativos, sino con paciencia y esperanza.
Aunque nosotros tenemos la última palabra en todo caso: ¿Preferimos éxito sobre salud o viceversa?
Referencias:
A three-dimensional taxonomy of achievement emotions https://doi.org/10.1037/pspp0000448