Todos los seres vivos poseen alguna forma de lenguaje que les ayuda a comunicarse con los de su especie. En los humanos, este vendría siendo el idioma y los gestos corporales. Pero para algunas especies como las abejas, todo se resume en pasos de baile. 

Estos insectos sociales llevan a cabo movimientos sincronizados cada vez que necesitan decirle a sus compañeras de colmena la dirección de una fuente de alimento, o la distancia a la que está su flor favorita. La famosa coreografía que ejecutan se conoce como “baile del meneo”, y es uno de los ejemplos más complicados de comunicación no humana.

Los investigadores han estado estudiando estos comportamientos durante décadas, para responder a una pregunta fundamental: ¿Cómo se puede aprender un lenguaje tan complejo en tan poco tiempo?

El baile en las colmenas 

Todas, absolutamente todas las abejas pueden comprender lo que una compañera bailarina les está diciendo. De hecho, a menudo los bailarines son perseguidos por reclutas potenciales ya que saben a dónde ir para encontrar un recurso indispensable.

Sin embargo, el baile del meneo es difícil. Las abejas tienen que señalar la dirección correcta dando vueltas repetidamente y en muy poco tiempo. Entonces, ¿cómo es posible que se entiendan tan bien dentro de la colmena?

Para averiguarlo, los científicos crearon varias colonias aisladas con dos o tres abejas jóvenes. Allí observaron durante varios días el comportamiento de los insectos, sin embargo, ninguno llevó a cabo los pasos de baile que habían observado en las grandes colmenas. Así que, en respuesta, el equipo volvió a colocarlas en su hogar. 

Fue entonces cuando notaron que las abejas jóvenes empezaban a moverse al ritmo de las bailarinas mayores y experimentadas.

Abejas en su colmena / Vía Pexels

¿Por qué? Los científicos creían que todas las abejas de la especie Apis mellifera comenzaban a alimentarse y bailar naturalmente, pero ese no es el caso. Resulta que aprenden imitando los pasos de otras abejas, como los seres humanos cuando aprenden una nueva danza. 

“Registramos los primeros bailes de meneo en las colmenas con ambos perfiles de edad en cuenta. Las abejas jóvenes que no podían seguir los bailes de las abejas experimentadas produjeron bailes con significativamente más errores de dirección, distancia y desorden. Pero más tarde, como recolectoras experimentadas, produjeron muchos menos errores, posiblemente porque tenían más práctica o habían aprendido siguiendo a otros bailarines”.

James C. Nieh, profesor de biología en la Universidad de California

El secreto de las abejas bailarinas

Tales hallazgos demuestran que las abejas nacen con cierto conocimiento de cómo bailar, pero pueden aprender a hacerlo mejor siguiendo a las abejas experimentadas. Por lo tanto, este es el primer ejemplo conocido de un aprendizaje tan complejo en los insectos. 

Hasta ahora, se pensaba que solo los humanos eran capaces de aprender de otros, lo que se conoce como “aprendizaje social”. Sin embargo, las abejas también parecen dominar esta técnica a la perfección.

En sus colmenas, no solo hay cientos de bailarinas entrenadas sino también varios dialectos de baile. Los investigadores sospechan que existe esta variación porque los individuos de las colmenas, incluso siendo de la misma especie, pueden vivir en ambientes muy diferentes. Por lo tanto, desarrollan diferentes lenguajes como nosotros con los idiomas. 

Diferentes tipos de baile dependiendo de la edad / Créditos: Science.org

Además, cada colonia tiene una “pista de baile”. No hay espacios iguales cuando se trata de las abejas, ya que viven en fortalezas creadas con sus propios fluidos. Así que, cada miembro aprende un baile del meneo muy particular.

Es por eso que algunas pueden llegar a cometer tres tipos diferentes de errores: apuntar en la dirección incorrecta, señalar la distancia incorrecta o cometer más errores al realizar el patrón de baile. Los dos primeros errores dificultan que los reclutas encuentren la ubicación que se comunican, y el tercero puede impedir que los reclutas sigan al bailarín.

Sin embargo, todos sabemos que el aprendizaje social es algo que lleva tiempo perfeccionar. 

Lo curioso de este hallazgo es el hecho de que todas las abejas acaban aprendiendo cómo bailar observando a otros. Así que, ya sabemos la respuesta a esta pregunta: ¿Cómo se puede aprender un lenguaje tan complejo en tan poco tiempo? Pues imitando al resto de compañeras.

Referencias:

Social signal learning of the waggle dance in honey bees https://www.science.org/doi/10.1126/science.ade1702

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