Durante las últimas décadas, ha habido una serie de afirmaciones en torno a los efectos positivos que la música de Wolfgang Amadeus Mozart tendría sobre distintos aspectos de la vida humana y animal. Entre ellos, destaca la creencia de que la Sonata KV448 de Mozart aliviaría los síntomas de la epilepsia. No obstante, el nuevo estudio realizado por los psicólogos de la Universidad de Viena, Sandra Oberleiter y Jakob Pietschnig, concluye que no hay evidencia científica que respalde este efecto positivo.
De hecho, gran parte de los supuestos efectos beneficiosos de la música de Mozart carecen de base científica. Algunos estudios indicaron que escuchar la sonata aumentaría la inteligencia de los adultos, niños e incluso de los fetos en el útero. Otros estudios afirmaron que las vacas producían más leche. Otros, que las bacterias de las plantas de tratamiento de aguas residuales funcionaban mejor al escuchar las composiciones de Mozart.
En cuanto al efecto Mozart sobre la epilepsia, su origen se remonta a la observación de un aumento temporal en el rendimiento de la prueba de razonamiento espacial entre los estudiantes después de escuchar el primer movimiento allegro con spirito de la Sonata KV448. Sin embargo, la reciente investigación sugiere que este efecto se debe principalmente a informes selectivos, tamaños de muestra pequeños y prácticas de investigación inadecuadas.

¿El mito de Mozart desmentido?
En su estudio, los investigadores de la Universidad de Viena realizaron un metanálisis formal basado en ocho estudios y un total de 207 participantes. Los resultados de los análisis no encontraron ningún efecto significativo entre la música de Mozart y la epilepsia, ni con respecto a otras afecciones médicas. Además, el bajo poder del estudio primario indica que no hay razones para sospechar de un efecto Mozart específico.
Es importante destacar que la falta de evidencia científica sobre el efecto positivo de la música de Mozart en la epilepsia no significa que la música no tenga otros efectos beneficiosos para la salud. De hecho, estudios han demostrado que la música en general puede ser una herramienta efectiva para reducir el estrés. También ayuda a mejorar el estado de ánimo y aumentar la motivación en la actividad física.
En definitiva, los supuestos efectos positivos de la música de Mozart en la epilepsia y en otros aspectos de la vida humana y animal, no tienen base científica. Si bien la música en general puede tener efectos beneficiosos para la salud, se debe ser crítico ante afirmaciones que carecen de evidencia empírica. Como señalan los investigadores de la Universidad de Viena, la autoridad infundada, los estudios con poca potencia y los informes no transparentes parecen ser los principales impulsores del mito del efecto Mozart.
Referencias:
Unfounded authority, underpowered studies, and non-transparent reporting perpetuate the Mozart effect myth: a multiverse meta-analysis: https://doi.org/10.1038/s41598-023-30206-w