Más de la mitad de las personas mayores de 65 años experimentan dolor cada día, ya sea una sensación desagradable en las articulaciones o pinchazos en los brazos y piernas. Para tratar estos problemas que llegan con la vejez se suelen recetar opioides, productos analgésicos como la morfina, que interactúan con los receptores de las células.

Hasta ahora se pensaba que el único problema con estas sustancias era lo adictivas que podían llegar a ser, pero parece que tienen otro efecto secundario. Según un estudio reciente, publicado en el Journal of the American Geriatrics Society, los opioides pueden acelerar el deterioro cognitivo en las personas mayores casi 20 años.

Por lo tanto, quienes usan estas sustancias a diario son más propensos a problemas en la memoria, el lenguaje y la atención. 

Más opioides y menos rendimiento cognitivo

Mujer mayor / Vía Pexels

Los investigadores de la Clínica Mayo analizaron el perfil de varios adultos mayores durante un promedio de 7,5 años. Estudiaron su consumo diario, así como el tipo de opioide que utilizaban para aliviar el dolor crónico.

Sus hallazgos muestran que el 70% de los participantes que recibieron al menos una receta de opioides experimentaron un menor rendimiento cognitivo. Con el tiempo, empezaban a confundir palabras u olvidarlas. Además, tenían un 20 % más de posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve, un estado que puede impulsar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

“Cuando decidimos recetar una terapia con opioides, es importante pensar en los factores que pueden proteger contra el deterioro cognitivo, como el sueño, el ejercicio y la socialización».

Nafisseh Warner, anestesióloga y médica especialista en medicina del dolor.

El estudio evaluó la función cognitiva según el tipo de opioide recetado: fentanil, morfina y oxicodona. Estos son los tres más comunes y todos afectaron de alguna forma el rendimiento de las personas mayores. Así que todo parece indicar que no hay uno más peligroso o uno más recomendable que otro a largo plazo.

Pero, ¿por qué los opioides tienen ese efecto?

Persona mayor tomando medicinas / Vía Pexels

Aunque este estudio confirma el vínculo entre estas sustancias y las disfunciones cognitivas, no aclara el porqué. Sin embargo, la clave podría estar en el lugar en el que los opioides actúan: el cerebro. 

Cuando estas sustancias se distribuyen por la sangre, se unen a los receptores de opioides en las neuronas cerebrales. Como resultado, las células liberan señales que amortiguan la percepción del dolor y aumentan la sensación de placer. 

Puede que estas sustancias dañen alguna estructura celular en el proces o los propios receptores. Eso todavía es un misterio para futuros estudios. 

Sin embargo, sea cual sea la causa, los autores creen que se debería regular el uso de opioides recetados en adultos mayores. Básicamente, evitar su uso excesivo, al menos hasta que se desarrollen tratamientos más efectivos para mitigar este efecto negativo.

Cualquier decisión de tratamiento de ahora en adelante debería tomarse considerando lo que más le importa al paciente, incluida su salud, los objetivos de vida y las preferencias de atención.

Este estudio es, básicamente, un recordatorio de lo importante que es continuar investigando el efecto de los opioides recetados y las posibles consecuencias de su uso a largo plazo. No solo por el bien de las personas mayores, sino por el de todos los consumidores en general.

Referencias:

Prescription opioids and longitudinal changes in cognitive function in older adults: A population‐based observational study https://dx.doi.org/10.1111/jgs.18030

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