Hace 20 años, los científicos y geólogos de todo el mundo dieron con una teoría que ponía al planeta de cabeza. Esta hipótesis barajaba la posibilidad de que la Tierra tuviera un segundo núcleo interno en el centro del anterior. Es decir, “un núcleo dentro del núcleo”.
En su momento, todos pensaron que era una locura pero ya está confirmado: nuestro planeta esconde un segundo núcleo, situado a más de 5.000 kilómetros por debajo de la superficie. Se trata de una bola metálica sólida de 650 kilómetros de radio.
Los datos obtenidos de 200 terremotos han revelado información desconocida sobre este núcleo interno de la Tierra, que vendría siendo la quinta capa.
Hasta ahora, se creía que el planeta estaba formado únicamente por la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno de 1.300 kilómetros aproximadamente. Sin embargo, todo parece indicar que el diámetro del núcleo interno es compartido, en lugar de ser una sola esfera de 1.300 kilómetros son dos.
La Tierra es un “rompecabezas”

Para dar con esta capa perdida en el subsuelo, los científicos analizaron las ondas sísmicas que viajan a través del centro de la Tierra y salen expulsadas por el lado opuesto del globo. Así es como los geólogos estiman el lugar de un terremoto, que se produce en ese extremo opuesto llamado antípoda. Sin embargo, esos datos también pueden utilizarse para medir el grosor y el estado de las capas terrestres.
Fue entonces cuando comprobaron que el rebote de estas ondas sísmicas sondeaba repetidamente puntos cercanos al centro de la Tierra desde distintos ángulos. En pocas palabras, las ondas rebotaban de un lado a otro hasta cinco veces, algo bastante inusual considerando que el núcleo interno debía tener la misma composición a lo largo de 1.300 kilómetros.
La única forma de explicar por qué las ondas se aceleraban o ralentizaban en función de su ángulo en el núcleo, era que hubiera otra estructura más densa en el interior: una bola de metal.
Esto llevó a los científicos a barajar nuevamente la posibilidad del “núcleo dentro del núcleo” y, analizando la variación de los tiempos de viaje de las ondas sísmicas, todo parece indicar que existe esta estructura en el corazón de la Tierra.
Una nueva capa, un nuevo hallazgo para la geología

Los datos sugieren que en algún momento de la historia terrestre tuvo lugar un gran acontecimiento que provocó un cambio en la estructura cristalina de nuestro núcleo interno. Como resultado, se forjó una bola sólida de 650 kilómetros, compuesta por metales nativos como el hierro, el níquel, el iridio, el osmio y varios elementos pesados.
Sin embargo, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el segundo núcleo interno de la Tierra. Esto debido a que no podemos llegar a él y los instrumentos de sondeo sísmico apenas pueden captar su presencia cuatro capas por debajo de la superficie.
«Este núcleo interno es como una cápsula del tiempo de la historia evolutiva de la Tierra: es un registro fosilizado que sirve de puerta de entrada a los acontecimientos del pasado. Acontecimientos que ocurrieron hace cientos de millones o miles de millones de años. Podría contener los secretos para desentrañar el misterio de la formación de nuestro planeta».
Hrvoje Tkalcic, profesor en la Escuela de Investigación ANU de Ciencias de la Tierra
Así que, lo único seguro hasta ahora es que hay una quinta capa terrestre o segundo núcleo interno en el planeta, como queramos llamarlo. Lo que significa que la hipótesis que propusieron en 2002 dos sismólogos de Harvard, Miaki Ishii y Adam Dziewonski, no era una locura.
Referencias:
Up-to-fivefold reverberating waves through the Earth’s center and distinctly anisotropic innermost inner core https://doi.org/10.1038/s41467-023-36074-2