Una mala salud bucal puede dar vértigo, y lo decimos literalmente. Los investigadores del Hospital Mokdong en Seúl, en Corea del Sur, han descubierto que las personas con caries, dientes rotos o problemas bucales, son más propensos a la enfermedad de Meniere. Es decir, a un trastorno en el oído interno que ocasiona episodios de vértigo incapacitantes.
Los principales hallazgos de su estudio indican que la periodontitis y el aumento de la pérdida de dientes se correlacionan con un mayor riesgo de enfermedad de Meniere. Por lo tanto, estos dos problemas están estrechamente vinculados y pueden ser insoportables en conjunto.
De la boca al oído interno

Se cree que la enfermedad de Meniere aparece debido a la acumulación de líquido en el oído interno. Este líquido se mantiene en una estructura en forma de bolsa, llamada saco endolinfático, y provoca ataques agudos de vértigo, náuseas y vómitos.
Las personas que sufren esta enfermedad la describen como “incapacitante”, ya que la sensación de que uno mismo, el entorno o ambos se están moviendo o girando, lo que se conoce como vértigo, suele durar de 6 a 24 horas. En pocas palabras, sufren mareos prácticamente todos los días y durante todo el día.
Ahora bien, aunque se sabe por qué ocurre esto, todavía se desconoce cómo se produce dicha acumulación de líquido en el oído interno. Pero, afortunadamente, este nuevo estudio arroja una posible explicación, apuntando hacia una salud bucal deficiente.
De acuerdo con los investigadores, la inflamación sistémica que produce la periodontitis y otros problemas bucales puede afectar el canal auditivo, causando la hinchazón de los sacos endolinfáticos. Por lo tanto, con sacos inflamados, es más probable que se retenga líquido y se desarrolle la enfermedad de Meniere.
Explorando el vínculo entre la salud bucal y la auditiva

Para demostrarlo, analizaron los datos de 2,24 millones de adultos que se sometieron a exámenes de salud bucal en 2003. Estos participantes tenían entre 16 y 35 años, y estaban registrados en el Servicio Nacional de Seguro de Salud de Corea.
Los investigadores encontraron que el 5% de los participantes desarrollaron la enfermedad de Meniere al cabo de unos años. Había asociaciones significativas entre el estado de salud bucal deficiente y la inflamación en los oídos.
- En las personas con periodontitis, el índice de riesgo era del 1,18%.
- Mientras que en las personas con caries o un mayor número de dientes faltantes, el índice de riesgo era del 1,25%.
Estas cifras no son alarmantes, pero aún así muestran un vínculo real entre la mala salud bucal y la enfermedad de Meniere.
“Nuestros hallazgos revelan que la periodontitis está fuertemente asociada con la enfermedad de Meniere en los más jóvenes y en los subgrupos con bajo índice de masa corporal”.
Jung-Hyun Park, médico en del Hospital Mokdong
Además, en un análisis posterior, se observó una asociación inversa en los participantes que tenían mejores comportamientos de higiene bucal. El riesgo de sufrir la enfermedad de Meniere era un 0,75% menor cuando se cepillaban los dientes al menos tres veces al día, y se hacían un raspado dental cada año.
Por lo tanto, es evidente que la salud bucal también afecta nuestra salud auditiva. Si no cuidamos nuestros dientes y encías, podemos acabar sufriendo problemas auditivos y vértigo. Dos sensaciones que nadie quiere experimentar en su día a día.
Referencias:
Better Oral Hygiene Is Associated with a Decreased Risk of Meniere’s Disease: A Nationwide Cohort Study https://dx.doi.org/10.3390/jpm13010080