Todos procrastinamos en algún punto, cuando revisamos las redes sociales, vemos una película o conversamos con nuestros amigos en horario de oficina. Esa terrible costumbre de postergar las tareas y obligaciones pendientes, ya sea por cansancio o simplemente por estar demasiado cómodos en nuestro puesto, no es precisamente “algo malo”. Sin embargo, debes saber que puede llegar a afectar tu productividad.
Si empezamos a procrastinas con frecuencia, pasaremos de no hacemos las cosas porque no queremos a no poder hacerlas porque perdimos la oportunidad.
Los procrastinadores compulsivos posponen desde tareas hasta solicitudes de empleo, y ni siquiera parecen darse cuenta de las consecuencias. Así que, si estás pasando por una situación similar, aquí te traemos algunos datos que te ayudarán a entender cómo la procrastinación destruye tu productividad.
Procrastinar significa “crear limitantes”

Cuando pospones algo, continúas haciéndolo una y otra vez. Esto ocasiona que el cerebro empiece a ver todas las tareas como un obstáculo y, como resultado, empiezas a perder la fe en ti mismo y en lo que puedes hacer.
Las personas que procrastinan a diario sienten que no están preparadas mentalmente para afrontar ciertas tareas, como por ejemplo la redacción, por lo que evaden cualquier actividad similar durante la rutina. Al hacer esto, limitan su productividad pues se creen “inferiores” al resto o simplemente “profesionales incompletos”.
Con baja autoestima y confianza, es imposible recibir críticas constructivas y estar abiertos al aprendizaje y la superación personal.
Se pierden muchas oportunidades procrastinando

Cuando una persona posterga una tarea o decisión, significa que ha optado por no aprovechar los posibles beneficios u oportunidades que se obtienen al completar esa tarea. A esto se le conoce como costo de oportunidad, y es el peor efecto que tiene la procrastinación sobre la productividad.
Si eres un procrastinador frecuente, piensa en esto: ¿Cuántas oportunidades has desperdiciado porque no las aprovechaste cuando estaban ahí? Te aseguramos que pueden ser muchas más de las que piensas.
Por ejemplo, si no completas un proyecto importante, es posible que te pierdas un ascenso que te habría dado un impulso significativo en tu carrera. Lo mismo ocurre cuando rechazas una oferta de empleo solo porque te da pereza, sin pensar en los beneficios laborales o el sueldo que ofrecían. Las oportunidades perdidas no son tan obvias a veces, pero están ahí.
Más estrés y menos productividad

La procrastinación debería reducir el estrés, ya que nos alejamos de aquello que nos causa ansiedad, pero en realidad lo aumenta. Cuando las tareas se dejan para el último minuto, las personas tienen que luchar contra el tiempo para poder completarlas. Por lo tanto, pueden sentirse abrumados e incapaces de concentrarse en ese momento, lo que da como resultado un trabajo de mala calidad y la incapacidad de cumplir con los plazos.
Además, las hormonas que se liberan durante estos momentos de pánico son el cortisol y la adrenalina. En esencia, dos neurotransmisores que pueden causar insomnio, taquicardias, dolores de cabeza y otros síntomas desagradables.
Una persona en este estado, cansada y estresada, nunca será tan productiva como una persona que duerme 7 horas diarias y tiene tiempo para trabajar con calma.
No existen horarios ni normas para las personas que procrastinan

Como la procrastinación va en contra de los estándares laborales, para un procrastinador es todo un desafío mantenerse al día y cumplir con los plazos. Es por eso que suelen ser los más indisciplinados, ya que ellos gestionan su tiempo y deciden cuáles tareas realizar primero.
Alguien que pospone todo para el último minuto, por ejemplo, puede empezar un proyecto que no era urgente solo porque el resto de tareas le parecían sofocantes.
Por lo tanto, la procrastinación dificulta el mantenimiento de rutinas y hábitos que son cruciales para la productividad. Incluso puede destruir rutinas de ejercicio, planes de alimentación o metas que deberían seguirse al pie de la letra.
Procrastinar arruina relaciones

La procrastinación no solo afecta al procrastinador en cuestión, también puede perjudicar a sus familiares, amigos o colegas en el trabajo. Por ejemplo, si un procrastinador retrasa su proyecto, los miembros de su equipo también deben hacerlo para poder completar el trabajo.
Aunque no lo parezca, la frustración y la decepción que siente el resto del equipo puede convertirse rápidamente en resentimiento. Por lo tanto, la procrastinación dificulta las relaciones sociales y laborales.
Las personas que posponen tareas o decisiones son percibidas como poco confiables o carentes de compromiso, por lo que es menos probable que reciban apoyo y orientación de colegas y supervisores.
Se pierde un tiempo precioso cada día

Para ser productivos, es necesario aprovechar hasta el último segundo en el reloj. Sin embargo, eso va contra de la naturaleza de los procrastinadores.
Puede parecer obvio, pero a veces no somos conscientes de la cantidad de tiempo que perdemos cuando nos distraemos para no hacer una tarea pendiente. Podemos desperdiciar incluso semanas pensando en la idea de un proyecto o en el nombre de un producto, lo cual repercute más tarde en las ventas o el salario.
Y no hay nada peor que sentirse frustrado contigo mismo, sabiendo que la situación podría haber sido muy diferente si tan solo hubieras dado ese primer paso. Es por eso que es importante entender todos estos efectos negativos que tiene la procrastinación.
Esta tendencia a postergar cosas impide que cualquiera se mantenga productivo a lo largo del día. Puede causar estrés, culpa y baja autoestima, oportunidades perdidas, relaciones tensas y falta de disciplina. Así que, deberíamos intentar superar la procrastinación para evitar todas estas consecuencias.
Referencias:
On Stress, Anxiety and Procrastination https://www.psychologytoday.com/us/blog/science-and-sensibility/201510/stress-anxiety-and-procrastination
Effects of Procrastination That Can Destroy Your Life https://www.lifehack.org/articles/productivity/8-ways-procrastination-can-destroy-your-life.html