Cuando se crearon los ordenadores personales, se pensó en las computadoras como un electrodoméstico más, una herramienta voluminosa que ocuparía un espacio predeterminado en nuestras casas y si acaso moveríamos solo por un momento de su sitio durante una limpieza profunda.

Poco valoramos la capacidad de los ordenadores portátiles actuales que cada vez son más potentes y ligeras que nos permiten convertir cualquier sitio medianamente cómodo en una estación de trabajo sin mucho problema.

Pero todo tiene un coste y en el caso de los ordenadores portátiles implica limitaciones de potencia y tendencia al recalentamiento debido a las configuraciones internas de los equipos —bien junto todo en un espacio cerrado— y a las baterías de alta capacidad.

Este recalentamiento obliga a los ventiladores de los equipos a trabajar a destajo para intentar mantener el hardware en temperaturas donde el rendimiento e integridad de los componentes no se vea comprometido.

El problema es que, dependiendo del diseño, el tiempo del equipo o falta de mantenimiento estos ventiladores pueden llegar a ser realmente ruidosos y causar incomodidad. En este artículo hablaremos de cinco maneras para evitar que los ventiladores de nuestros portátiles hagan mucho ruido.

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1. Mantén la temperatura de tu laptop lo más fresca posible

Mientras más caliente se encuentren los componentes internos de nuestro portátil, más rápido intentarán girar los ventiladores para reducirla gracias a la corriente continua de aire fresco.

Si adquirimos un stand refrigerante para nuestra portátil, podremos ayudar al proceso de circulación de aire y evitar que el ventilador interno de nuestra portátil se sobre esfuerce, sonando endemoniadamente alto.

Pero claro, al ser periféricos donde montar la laptop y que vienen con sus propios sistemas de ventilación, estaremos sacrificando parte de nuestra autonomía y movilidad.

2. Ten al día el calendario de mantenimiento

La refrigeración de aire tiene sus luces y sombras, son una opción barata, pero que se enfrenta al mismo problema que cualquier otro sistema que ve pasar gran cantidad de aire a través de él, y es que muchas de las partículas de polvo y sucio en el ambiente pueden llegar a quedarse dentro de nuestra portátil.

Mantenimientos cada cierto tiempo pueden ser clave para evitar que estas partículas de polvo y suciedad estorben el proceso de refrigeración y obliguen a los ventiladores a trabajar incansablemente apenas prendemos nuestro equipo.

Este mantenimiento lo puedes realizar tú mismo con la ayuda de un destornillador, una lata de aire comprimido, un videotutorial en YouTube puesto en el teléfono y algo de paciencia, o podrías pagar y dejarle este trabajo a un técnico de confianza.

3. Mantén solo los procesos computacionales que estás utilizando abiertos

Por cuestiones de diseño de software tanto nuestro sistema operativo como muchas de las taras que abrimos pueden mantener requiriendo recursos e imponiendo una carga a nuestra gráfica o procesador aun cuando las dejamos en segundo plano o pensamos que los cerramos.

Para evitar que esto ocurra podemos mantener asegurarnos de que los procesos que están corriendo en nuestro sistema son únicamente los que estamos usando en todo momento, para ello contamos con el administrador de tareas en Windows 10 y el monitor de actividad en equipos Apple.

4. Apoyémonos en el software

La mayoría de los portátiles permiten monitorear y controlar la velocidad de los ventiladores con ayuda de programas creados por terceros o incluso por los mismos fabricantes e integrados automáticamente en el equipo.

Podemos valernos de estos programas para ajustar la velocidad de los ventiladores, y por consiguiente el ruido que hacen al bajar su velocidad. Te aconsejamos que al realizar este proceso mantengas un control constante sobre la temperatura de tu portátil, ya que esta puede subir de forma alarmante.

5. Reemplazar la pieza

Si todo lo anterior falla, probablemente se deba a que el ventilador haya sufrido daños durante su uso, haya venido con problemas de fábrica o haya cumplido con su tiempo de vida útil.

Esto solo es solucionable cambiando la pieza del ventilador entera y esperando que la nueva no presente ningún problema y trabaje más silenciosamente.

A diferencia del mantenimiento, que si eres una persona cuidadosa puedes realizarlo tú mismo, aquí si te recomendamos en todos los casos apoyarte en un técnico con experiencia en equipos portátiles.

Esperemos que estos consejos te hayan servido de utilidad y puedas trabajar en tu laptop sin alertar a tus compañeros de piso y vecinos con el sonido a turbina descompuesta.

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