La enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas son una preocupación creciente en la sociedad actual. En Estados Unidos, la cifra de personas afectadas por estas enfermedades es de alrededor de 5,8 millones. Pero se prevé que esta cifra aumentará a 14 millones para el año 2060. Recientemente, la organización benéfica Alzheimer’s Research UK lanzó una herramienta de «chequeo mental». Esta sugiere que los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol y desafiar el cerebro, pueden reducir el riesgo de demencia.

Sin embargo, aún no está claro si desafiar al cerebro puede prevenir o revertir los cambios importantes causados por las placas amiloides y los ovillos neurofibrilares, que son características de la enfermedad de Alzheimer. Un estudio en el New England Journal of Medicine mostró que las puntuaciones cognitivas mejoraron con el uso de crucigramas. Mientras que empeoraron con los juegos en pacientes con riesgo de demencia que mostraban signos de deterioro cognitivo leve. Aunque algunos estudios han encontrado que el «entrenamiento cerebral» puede contribuir a la reserva cognitiva de una persona, los resultados de otros estudios no respaldan la idea de que pueda prevenir o retrasar la progresión del deterioro cognitivo.

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El entrenamiento cerebral no es la solución para prevenir el Alzheimer

La práctica continua de habilidades cognitivas, como prestar atención, resolver problemas y utilizar la memoria, fortalece las conexiones neuronales. Asimismo puede ayudar a alinear los aspectos más débiles de la función cerebral. También puede mejorar el tiempo de reacción. Por lo tanto, aunque la investigación indica que el entrenamiento cerebral puede contribuir a la reserva cognitiva y, por ende, ayudar indirectamente a desarrollar la resistencia a la enfermedad de Alzheimer, se necesitan más estudios a largo plazo para determinar qué tan útil es en realidad.

La reserva cognitiva de una persona es la capacidad del cerebro para adaptarse al daño causado por enfermedades como el Alzheimer y seguir funcionando correctamente. Un estudio de 2022 en la revista Neurology encontró que las personas con altos niveles de reserva cognitiva al llegar a la edad de 69 años tenían menos probabilidades de notar un deterioro en su memoria y habilidades de pensamiento. Tener una mayor capacidad de lectura, trabajo desafiante y participar en actividades sociales y de ocio, todos estaban vinculados a tasas más lentas de declive. Aunque el estudio señaló que los participantes que permanecieron en el estudio hasta el final tenían más probabilidades de ser el tipo de personas social e intelectualmente privilegiadas. Esto posiblemente creaba resultados sesgados. Los participantes que tenían más problemas de salud y una función cognitiva más baja tenían más probabilidades de abandonar el estudio.

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Conclusión

En conclusión, aunque desafiar al cerebro y mantener la reserva cognitiva puede ayudar indirectamente a desarrollar la resistencia a la enfermedad de Alzheimer, se necesitan más estudios a largo plazo para determinar qué tan útil es realmente el «entrenamiento cerebral» en la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.

Referencias:

Computerized Games versus Crosswords Training in Mild Cognitive Impairment: https://doi.org/10.1056/EVIDoa2200121

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