En la era digital, gran parte de la vida moderna se pasa en frente de pantallas. Zoom, teléfonos inteligentes, videojuegos, televisores y redes sociales son solo algunas de las actividades en las que se gastan numerosas horas al día. Pero, ¿cómo afectan todas esas pantallas a nuestra forma de ver?

El profesor de psicología de la Universidad de Binghamton Peter Gerhardstein y el candidato a doctorado Nicholas Duggan se han interesado en el fenómeno y en su artículo “Los niveles de sesgo de orientación difieren en las categorías de contenido digital: implicaciones para la percepción visual” publicado en la revista Perception, han explorado hasta qué punto el contenido en línea de varios tipos difiere de las imágenes reales de escenas naturales, urbanas y suburbanas en términos de orientación visual.

Vía Freepik.

¿Cómo afecta la exposición digital a nuestra percepción visual?

Gerhardstein y Duggan han estudiado el “efecto oblicuo”, el cual describe cómo el cerebro presta más atención a las líneas horizontales y verticales que a las que aparecen en un ángulo oblicuo. En el mundo natural, se observan con mayor frecuencia fenómenos horizontales, como el horizonte, y verticales, como los árboles. Pero también se ven objetos orientados en una amplia gama de ángulos, como ramas de árboles, laderas inclinadas y flores inclinadas. Sin embargo, en un entorno “carpintero” fabricado por manos humanas, se eliminan muchos de esos ángulos oblicuos. En cambio, el paisaje está dominado por objetos horizontales y verticales como edificios, farolas, líneas eléctricas y señales de tráfico. Los entornos suburbanos, con su infusión de pequeños focos de naturaleza, se encuentran en algún punto intermedio.

Los medios digitales, desde las videollamadas y sitios web de Zoom hasta los videojuegos, también exhiben el efecto oblicuo. En el artículo, los investigadores utilizaron el análisis de Fourier para investigar la orientación visual de una amplia gama de escenas digitales, desde dibujos animados y videojuegos hasta sitios web, y compararon los resultados con escenas de la vida real de entornos naturales, suburbanos y urbanos. Descubrieron que los videojuegos destinados a imitar el mundo natural, en realidad, hacen un trabajo pasajero, conservando los ángulos oblicuos, aunque no en la medida en que se ve en la naturaleza. En el otro extremo del espectro están los videojuegos pixelados y los sitios de redes sociales, que se componen principalmente de cajas y que exhiben el efecto oblicuo a un extremo que no se ve en entornos del mundo real, según muestra su investigación.

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¿Está tu cerebro viendo el mundo de manera diferente debido al contenido digital?

La sobreexposición al contenido digital puede potencialmente cambiar aquello a lo que su cerebro presta atención visualmente, al menos por un tiempo. En un proyecto de investigación anterior, los estudiantes jugaron Minecraft durante cuatro horas y después, su sensibilidad a las líneas verticales y horizontales había aumentado. Como se vio con los jugadores de Minecraft, el efecto oblicuo tiende a desvanecerse una vez que los espectadores vuelven a interactuar con el mundo natural y dejan de jugar. Por otro lado, una sobreexposición prolongada a contenido digital puede tener efectos más duraderos en la forma en que su cerebro procesa la información visual. Además, puede afectar su atención y capacidad cognitiva a largo plazo. Por ejemplo, algunos estudios han sugerido que el uso prolongado de dispositivos digitales puede afectar negativamente la calidad del sueño, la memoria y la concentración.

En general, aunque la exposición al contenido digital puede tener beneficios, como la mejora de la coordinación ojo-mano y el pensamiento crítico, es importante limitar el tiempo que se pasa consumiendo este tipo de contenido y equilibrarlo con actividades en el mundo real, como el ejercicio físico y la interacción social.

Referencias:

Levels of orientation bias differ across digital content categories: Implications for visual perception: https://doi.org/10.1177/03010066221148673

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