Todos escuchamos música, pero con el tiempo nos volvemos intolerantes a los ritmos populares. Es por eso que las personas mayores piensan que las tendencias de hoy son “ruido sin sentido”.
Esa misma percepción musical la tuvieron sus padres cuando ellos eran jóvenes, y los padres de sus padres el siglo pasado. A medida que envejecemos, nos aferramos más a los clásicos que a la música desconocida, y eso es inevitable. Pero, ¿por qué lo hacemos?
Si estás pensando que “ya no hacen música como la de antes”, esa no es la respuesta correcta. En realidad, el problema está en nuestro cerebro senil.
La música no cambia, lo hacemos nosotros

Nuestros gustos musicales comienzan a formarse en la adolescencia, a los 13 o 14 años, y se afianzan a los 20 años aproximadamente. Durante estas dos décadas exploramos todo tipo de géneros en busca de aquello que nos haga felices.
Los académicos usan el término «orientación abierta» para describir nuestra voluntad de explorar nueva música a esa edad. Principalmente porque los niños disfrutan cualquier canción: sea pop, rock, trap o la música clásica que aparece en los dibujos animados.
Sin embargo, esta orientación disminuye a partir de los 20 años. Con gustos más claros, empezamos a elegir unas canciones por encima de otras, y después de los 33 años, nos volvemos intolerantes musicales. Es decir, personas que prefieren consumir clásicos antes que ritmos populares.
Las canciones que marcaron nuestra juventud siguen siendo importantes para nosotros y nuestros contemporáneos en la vejez, pero solo ese tipo de música.
Ahora bien, ¿por qué?
Un importante estudio hecho a más de 250.000 participantes confirmó que estos comportamientos cambiantes se deben a la importancia que atribuimos a la música después de la adolescencia.
Los adolescentes usan la música como un marcador de identidad, y se involucran con ella para estrechar relaciones o entrar en grupos sociales. Por lo tanto, tienden a ser muy conscientes de lo que están escuchando. Pero los adultos ya han desarrollado personalidades y grupos sestablecidos, por lo que usan la música como motivación o acompañamiento para realizar sus actividades. En pocas palabras, son menos conscientes de lo que escuchan y suelen reaccionar negativamente a una canción que les desagrada.
Si a esto le sumamos el hecho de que, con el tiempo, la agudeza auditiva cambia y nos vuelve menos tolerantes a los ruidos fuertes, entonces es lógico que nos quedemos estancados en los clásicos. Incluso puede que dejemos de escuchar música en la vejez.
La intolerancia musical tiene una razón de ser
Durante nuestros primeros años de vida, el cerebro se desarrolla mientras escuchamos la música de esa época. Con el tiempo, somos capaces de procesar completamente lo que estamos escuchando, y empezamos a crear vínculos fuertes y duraderos en la memoria emocional.

Estos vínculos son prácticamente recuerdos. Es por eso que cuando una pieza musical se parece a otra música que hemos escuchado antes, rememoramos esa época y, con ella, la canción. Eso nos hace sentir placer.
Para que esta reacción se produzca en nuestro cerebro senil se necesitan al menos una o dos décadas escuchando esa canción, por lo que es imposible que la «música de los jóvenes» nos haga felices.
En definitiva, a partir de los 33 años dejamos de buscar música desconocida porque nos produce más placer escuchar clásicos. Esas canciones que nos sabemos de memoria, y por ende, no necesitamos escucharlas activamente.
No obstante, varios estudios sugieren que es posible entrenar al cerebro senil para que vuelva a ser “tolerante a los ritmos populares”. Esto mediante ejercicios de escucha activa, grupos de amigos que compartan música moderna y mucha paciencia.
Si quieres estar al día con las nuevas tendencias, puedes intentar despertar tu curiosidad musical. Pero no deberías sentir que es una necesidad, pues todos dejamos de buscar canciones nuevas cuando envejecemos.
Referencias:
How and why do musical preferences change in childhood and adolescence? https://doi.org/10.1093/acprof:oso/9780198744443.003.0016
Why do we stop exploring new music as we get older? https://theconversation.com/why-do-we-stop-exploring-new-music-as-we-get-older-200080