Adán y Eva cometieron el primer pecado, según las creencias judías, cristianas y musulmanas. Esta pareja, creada a imagen y semejanza de Dios, comió un fruto prohibido que los llevó a la perdición. Seguramente sabes de cuál fruta estamos hablando, pues en todas las pinturas y relatos bíblicos aparecen las manzanas. Pero, ¿realmente son las manzanas el fruto prohibido?

En la Biblia nunca se especifica qué comieron Adán y Eva en el Jardín del Edén, solo se habla de un fruto que simboliza la tentación, el pecado y la caída del hombre. Por lo tanto, los primeros humanos en el planeta podrían haber comido cualquier fruta, desde una uva hasta un aguacate. 

La razón por la que pensamos en manzanas prohibidas en lugar de aguacates prohibidos es por culpa de un error en la traducción de la Biblia.

Cómo es que la manzana pasó a ser el fruto prohibido 

Bbiblia en hebreo / Vía Pixabay

La Biblia se empezó a traducir en el siglo IV d.C. El papa Damasco I le encargó esta tarea a Jerónimo de Estridón, una de las figuras más importantes para la religión en la época. Principalmente porque era uno de los pocos eruditos que sabía hebrero, aunque tampoco era un experto.

Aquí se produce el primer error en los libros sagrados: Jerónimo confundió la palabra hebrea “רַע”, que significa “malo”, con la palabra en latín “pomum”, que se traduce como “manzana”. Entonces, el fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal pasó a ser la manzana.

Si esto se hubiera corregido a tiempo, no hubiera pasado nada. Pero el error nunca se modificó, solo se hizo más grande.

En el siglo XVII d.C, los eruditos descubrieron que los textos cristianos en latín usaban la palabra «malum», que significa manzana, como homónimo de la palabra latina para «mal». No por un odio particular a la fruta, sino porque el fruto prohibido  de la Biblia causó la caída del hombre y la expulsión de la humanidad del paraíso. Entonces, bajo este argumento, ¿qué otra fruta sería una candidata más probable que el malum?

Así fue como las manzanas pasaron a ser el símbolo de la tentación y el pecado, aunque no fueron el verdadero “fruto prohibido”.

¿Un error o un malentendido?

El pecado original pintado por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina / Créditos: Bridgeman Art Library

Aunque se habla de un error de traducción, muchos piensan que Jerónimo y los otros eruditos de la época en realidad sabían lo que estaban escribiendo. Principalmente porque la palabra latina “pomum” originalmente significaba “fruta”. Por lo tanto, cuando escribieron que “Adán y Eva comieron un pomum”, en realidad estaban diciendo que “Adán y Eva comieron una fruta”.

Pero con el tiempo el significado de esta palabra cambió. En lugar de un término amplio y general para «fruta», adquirió un significado más limitado: «manzana». Y una vez que ese cambio fue ampliamente aceptado, los lectores comenzaron a ver a la manzana como el fruto prohibido. 

De hecho, en el siglo XII d.C, los eruditos franceses argumentaron que la manzana era la fruta que la Biblia misma identificaba como prohibido, ya que representaba esas cualidades. 

En definitiva, lo que nos hace pensar que las manzanas representan la tentación es un cambio en el significado de las palabras y, una serie de malentendidos debido a esto. 

Todo es, en esencia, un gran error que nunca lograremos resolver porque existen cientos de escritos, pinturas y obras audiovisuales en los que las manzanas son el villano de la Creación.

Referencias:

Why do we think the «forbidden fruit» is an apple? https://www.futurity.org/forbidden-fruit-apple-2877092-2/

Temptation Transformed https://press.uchicago.edu/ucp/books/book/chicago/T/bo181705551.html

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