San Valentín es un día especial para todos los enamorados, incluidos los animales. Los rituales de apareamiento que se llevan a cabo en la naturaleza son innumerables: hay algunos curiosos, otros tiernos y otros repulsivos. Sin embargo, pese a lo peculiares y arriesgados que son, siempre acaban funcionando tarde o temprano. Aunque, para la mayoría de los animales, cortejar conlleva un mayor riesgo personal. 

Las técnicas de seducción de un macho pueden llamar tanto la atención de una hembra como la de un depredador cercano. Por lo tanto, debemos reconocer todo el esfuerzo que ponen al buscar a su media naranja.

Para celebrar el amor en el reino animal, hemos recopilado algunos ejemplos de cortejos “inusuales” que seguro te sorprenderán. Sin embargo, no te recomendamos llevarlos a cabo con tu pareja.  

Amor en el Cretácico

Ilustración de varios dinosaurios / Créditos: IGN

Empecemos con los animales más antiguos: los dinosaurios. Poco se sabe sobre los hábitos de apareamiento de estos reptiles, pero la evidencia sugiere que practicaban una danza muy parecida a la que realizan las aves actuales. En esencia, los dinosaurios conquistaban a sus parejas con pasos de baile.

Los paleontólogos encontraron marcas en cuatro sitios que contenían restos de dinosaurios del Cretácico. Según explican en su estudio, estos rasguños en las rocas coinciden con los creados por ciertos tipos de pájaros machos como parte de sus exhibiciones de cortejo. Cuando se disponen a anidar, raspan el suelo frente a las hembras, como para demostrar lo buenos que serían para construir un nido. 

Generalmente, los pájaros actuales acompañan este raspado con varios movimientos, como hincharse y abanicarse la cola. Así que podemos imaginarnos este método de seducción a escala jurásica. 

Acosando a tu media naranja panda

Pandas / Vía Pixabay

Los pandas gigantes posiblemente sean los animales más adorables en China, pero son bastante agresivos cuando intentan conquistar a una hembra. Ellos ponen en práctica “el apareamiento persistente”, básicamente persiguen a la candidata hasta que ella decida aparearse. Incluso son capaces de tomarla como rehén.

Un par de cineastas grabaron un panda experimentado y un rival más joven cortejando a la misma hembra, que estaba encima de un árbol. Los dos machos la vigilaron durante semanas, gruñendo el uno al otro hasta que uno de los pretendientes se retiró y la hembra estuvo lista para aparearse con el otro.

Según comentan, puede que la rivalidad masculina prolongada, incluida la toma de «rehenes», desencadene la ovulación femenina. Algo así como el síndrome de Estocolmo en los humanos. Entonces, tal vez es por eso que estos osos blancos y negros son tan difíciles de criar en cautiverio.

Flechazos en los caracoles

Caparación de un caracol / Vía Pixabay

Los caracoles terrestres son hermafroditas, por lo que pueden aparearse con cualquiera de su especie. Sin embargo, esto no es lo más extraño en sus relaciones amorosas. 

Resulta que estos animales son como cupido: están equipados con «dardos de amor» que usan para conquistar a su pareja. Después de pasar un tiempo dando vueltas y tocándose con sus seudópodos músculos, los caracoles pinchan repetidamente a su pareja durante casi una hora. Siendo precisos, le clavan varios dardos llenos de esperma para formalizar su relación.

Los retratos románticos de un pez globo

Obra de arena de un pez globo / Créditos: Ecosfera

Aunque los peces globo parecen agresivos, en el fondo son todos unos románticos. Cuando un macho está enamorado, nada a lo largo del suelo marino agitando sus aletas para esculpir crestas y valles de 2,1 metros de diámetro, una verdadera obra de arte que le toma al menos siete días completar. 

Además, una vez que tienen la estructura, la decoran con conchas y sedimentos para que las hembras interesadas pongan sus huevos en el centro. 

Conquistando arañas con luces ultravioleta

Araña saltadora / Vía Pixabay

Tanto las arañas macho como las hembras dependen de estas señales para saber quién está de humor para aparearse, según descubrieron los científicos. Esta luz ultravioleta proviene de sus palpos, un par de apéndices cerca de la cabeza que sirven para deslumbrar a todos a su alrededor. 

Los colores del amor 

Colibrí cola espátula / Créditos: Perú travel

Una especie de colibrí, la maravillosa cola de espátula (Loddigesia mirabilis) conquista a su pareja únicamente moviendo la cola. Sus dos plumas traseras son impresionantes: miden alrededor de 15 centímetros de largo, y tienen en la punta colores vibrantes que pueden hipnotizar a cualquier hembra. 

Así que, son animales que triunfan en el amor gracias al color de su plumaje. 

Canciones románticas entre roedores

Ratones / Vía Wikimedia

Aunque no lo creas, los ratones aman la música. Los machos que buscan impresionar a una pareja tienen que cantar canciones únicas, vocalizando en el rango ultrasónico. Estos sonidos difieren mucho de la comunicación normal, y ayudan a atraer la atención de las hembras. 

Sin embargo, los ratones machos tienen que ser muy buenos compositores, no basta con tirar una melodía al hacer. Las hembras son exigentes con las canciones que les gustan: prefieren melodías que no sean como las cantadas por sus familiares.

Aves que bailan claqué 

Pájaros cordon bleu / Vía Wikimedia

Los pájaros cordon-bleu, famosos por sus mejillas rojas, realizan un baile de apareamiento bastante peculiar. Para atraer a las hembras, los machos mueven sus pies rápidamente para que los movimientos se vean a simple vista.

Se sabía que los pájaros cantores cordon-bleu, tanto machos como hembras, meneaban la cabeza y cantaban entre sí durante el cortejo. Sin embargo, hace poco se descubrió que esta danza es muy similar al claqué,  también llamado tap, un estilo de baile estadounidense en el que se mueven los pies rítmicamente.

Orina para la ovulación 

Puercoespín / Vía Pexels

Los puercoespines hembras solo son fértiles durante unas pocas horas al año, así que los machos hacen hasta lo imposible para estimular su ovulación. Su táctica más famosa consiste en empapar a la hembra, una vez que inicia el celo, en un chorro explosivo de orina descrito como «un proyectil de alta velocidad”. 

De esta manera, los machos logran asegurar el afecto de las hembras, que solo dura entre ocho y doce horas.

Por supuesto, estos no son los únicos rituales extraños de cortejo animal. Existen otros animales que conquistan a su pareja con codazos, como las jirafas. O también machos microscópicos que llaman la atención de una hembra que podría devorarlos, como ocurre con las arañas. 

Sin embargo, esta pequeña selección basta. No queremos espantar a más parejas el día de San Valentín.

Referencias:

Role of Huge Geometric Circular Structures in the Reproduction of a Marine Pufferfish https://doi.org/10.1038/srep02106 

Theropod courtship: large scale physical evidence of display arenas and avian-like scrape ceremony behaviour by Cretaceous dinosaurs https://doi.org/10.1038/srep18952 

Tap dancing birds: the multimodal mutual courtship display of males and females in a socially monogamous songbird https://doi.org/10.1038/srep16614 

Strange love: 13 animals with truly weird courtship rituals https://www.livescience.com/57869-animals-with-weird-courtship-rituals.html

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