Todos sabemos que las drogas generan adicción, y ese consumo excesivo, a su vez, ocasiona problemas físicos o mentales en el cerebro. Pero una de estas sustancias puede ir un paso más allá, y afectar directamente nuestra esperanza de vida. Estamos hablando de la cocaína o benzoilmetilecgonina, como se le conoce internacionalmente.

El consumo regular de esta sustancia acelera el envejecimiento del cerebro al producir cambios en la corteza prefrontal. Es decir, en la región que se cree que es importante para el autocontrol, la conciencia y el manejo de los impulsos.

Científicos de Alemania y Canadá confirmaron esto recientemente, después de analizar los cerebros crioconservados de 42 donantes masculinos fallecidos, de los cuales la mitad había tenido CUD (Trastorno por Consumo de Cocaína).

Sus resultados revelan que las células prefrontales de las personas adictas envejecen más rápido. Por lo tanto, un cerebro adicto es también un cerebro envejecido. 

¿Qué le hace la cocaína al cerebro? 

Píldoras / Vía Pixabay

Durante su estudio, los investigadores encontraron que las células en el Área 9 de Brodmann (BA9) parecían biológicamente «más viejas» en las personas con CUD. Estas células en la corteza prefrontal se encargan de la metilación del ADN, el mecanismo que regula nuestra expresión génica.

Cualquier alteración en la metilación del ADN podría contribuir a cambios funcionales en el cerebro humano, como la pérdida de algunos genes.

Normalmente, la metilación cambia a partir de los 45 años, es por eso que se utiliza como biomarcador para estimar la edad biológica de una persona. Pero la cocaína parece acelerar este proceso natural, dando como resultado un envejecimiento precoz. 

«Detectamos una tendencia hacia un envejecimiento cerebral más fuerte en individuos con trastorno por consumo de cocaína en comparación con individuos sanos. Dado que la estimación de la edad biológica es un concepto muy reciente en la investigación de la adicción, se requieren más estudios para investigar este fenómeno».

Dra. Stephanie Witt, investigadora el Instituto Central de Salud Mental en Mannheim, Alemania

El peligro detrás de la adicción

Hombre solo en su habitación/ Vía Pixabay

Los investigadores encontraron cerca 17 regiones genómicas que estaban más metiladas en donantes con CUD que en donantes sin CUD, y tres regiones que estaban menos metiladas en donantes con CUD que en donantes sin CUD. 

Además, se observaron diferencias en el grado de metilación de 654.448 espacios en el genoma humano que codificaban las células en el Área 9. Esto significa que la cocaína alteró completamente los genes que regulan la actividad de las neuronas en esa región. Por lo tanto, es como si la corteza prefrontal se hubiese apagado y, con ella, algunas funciones indispensables.

  • Y la región, en conjunto, regula la producción de dopamina para que podamos renunciar a actividades satisfactorias cuando no es el momento o el lugar adecuado.

Ahora bien, ¿por qué el cerebro envejece cuando consume cocaína? Esto podría deberse a los componentes en la droga, que interfieren con las vías de recompensa del cerebro para continuar bombeando dopamina hasta que la sustancia desaparece del organismo.

Modelo de un cerebro humano / Vía Pixabay

Sin embargo, es solo una hipótesis. Lo que sabemos sobre la cocaína y las células cerebrales proviene de estudios en ratones. Pocas investigaciones han examinado los efectos duraderos de la droga en el tejido cerebral humano, como en este caso. Así que se necesitan más estudios enfocados en el papel de la metilación del ADN en el trastorno por consumo de cocaína para encontrar la verdadera razón.

Pero una cosa es segura, la cocaína es mala para el cerebro. No solo altera sustancias como la dopamina, sino que también acelera el envejecimiento.

Referencias:

DNA methylation in cocaine use disorder—an epigenome-wide approach in the human prefrontal cortex https://dx.doi.org/10.3389/fpsyt.2023.1075250

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