Kory Floyd es un profesor de comunicación y psicología en la Universidad de Arizona, que ha dedicado su carrera a estudiar cómo la comunicación afectiva a través de palabras, acciones y comportamientos, afecta la salud y el bienestar de las personas. Su investigación ha demostrado que los niveles más altos de afecto se relacionan con una mayor satisfacción en la relación, pero también parece beneficiar el bienestar físico.
Floyd ha analizado varios estudios sobre el afecto y ha descubierto que la comunicación afectuosa se asocia constantemente con resultados de salud más positivos, especialmente cuando se trata de la salud cardiovascular. Asimismo, ha descubierto que mostrar afecto parece tener un beneficio aún mayor que recibirlo.
En términos de salud mental, la comunicación afectuosa se asocia con una amplia gama de resultados positivos. Las personas que son muy afectuosas experimentan menos síntomas de depresión y ansiedad, reportan menos estrés y menos soledad, es menos probable que les hayan diagnosticado un trastorno de ansiedad o un trastorno del estado de ánimo, y es aún menos probable que experimenten pesadillas.

Los beneficios de los besos y los abrazos para la salud, según Kory Floyd
Floyd señala que cuando le damos un abrazo o un beso a alguien, esencialmente recibimos un abrazo o un beso a cambio, y que dar afecto a alguien es una de las formas más eficientes de reducir una respuesta de estrés y devolver el cuerpo a su estado de reposo.
En cuanto a la capacidad para ser cariñoso, Floyd afirma que la tendencia a ser cariñoso es algo hereditario, lo que significa que heredamos genéticamente esa tendencia de nuestros padres, pero también puede ser alentado o desalentado por los entornos en los que crecemos. Además, las personas que no son afectivas por naturaleza pueden aprender a sentirse más cómodas dando y recibiendo afecto con el tiempo, cuando pasan tiempo con personas que sí lo son.
El afecto es importante para los seres humanos porque somos seres muy sociales. Y es una de las principales formas comunicativas en las que desarrollamos y mantenemos nuestras relaciones. Experimentar la privación de afecto puede ser extremadamente difícil, tanto física como mentalmente. Por lo tanto, Floyd sugiere que las personas que podrían carecer de relaciones afectivas en sus vidas podrían encontrar beneficios en expandir el rango de comportamientos que incluyen en su definición de afecto. Por ejemplo, el afecto se puede expresar a través de comportamientos útiles, como hacer favores a alguien o reconocer un día especial. En algunas relaciones, una persona se involucra en comportamientos que pretenden expresar afecto al socio pero no son interpretados por el socio de esa manera. Esto puede hacer que la pareja se sienta privada de afecto innecesariamente.

Conclusión
En resumen, los besos y los abrazos pueden hacernos sentir cálidos y confusos. Pero también pueden ser una buena medicina para nuestra salud física y mental. Los estudios realizados por Kory Floyd y sus colegas han demostrado que la comunicación afectuosa se asocia constantemente con resultados de salud más positivos. Por lo tanto, mostrar afecto parece tener un beneficio aún mayor que recibirlo. Además, los besos y los abrazos pueden aumentar la producción de oxitocina y reducir el estrés. Así también fortalecer el sistema inmunológico, mejorar el estado de ánimo y reducir la presión arterial. Por lo tanto, mostrar afecto a través de besos y abrazos puede ser una forma efectiva y natural de mejorar nuestra salud física y mental.
Referencias:
Affectionate communication and health: A meta-analysis: https://doi.org/10.1080/03637751.2020.1805480