La tos es un síntoma común de infecciones respiratorias como la gripe estacional, COVID-19 y el virus respiratorio sincitial, que han sido alarmantemente comunes en los últimos años. La tos es una queja que lleva aproximadamente 30 millones de personas al consultorio médico cada año, y una buena proporción de ellas termina visitando a un neumólogo. A pesar de su omnipresencia, la duración de la tos después de una infección de las vías respiratorias superiores puede variar mucho, dependiendo de la persona y de si tienen una afección preexistente, como el asma o la bronquitis crónica.

El proceso complejo detrás de la tos

La tos es un proceso complejo que comienza con un impulso eléctrico entre los nervios de las vías respiratorias, incluida la nariz y la garganta. Hay dos tipos de nervios que pueden desencadenar la tos: los receptores químicos, que responden a olores y humos, y los mecanorreceptores, que responden a irritantes mecánicos como el polvo. Cuando estos nervios se activan, la garganta se cierra y aumenta la presión en el pecho, lo que resulta en una ráfaga de aire y mucosidad a alta velocidad.

Los estudios muestran que las infecciones virales pueden alterar la sensibilidad de estos nervios y producir una molécula llamada bradiquinina que provoca la tos.

Además, el virus mismo puede activar cambios genéticos que aumentan la sensibilidad de estas vías nerviosas, lo que resulta en más tos. Sin embargo, cuando pasa la etapa aguda de la infección y se comienza a sentir mejor, el cuerpo repara los daños causados por la inflamación y el reflejo de la tos disminuye.

A pesar de que la tos después de una infección respiratoria a menudo desaparece con el tiempo, los médicos recomiendan tomar medidas preventivas para ayudar a prevenir la tos prolongada. Estas medidas incluyen mantener un ambiente fresco y sin humo, evitar los irritantes respiratorios, beber suficiente agua y tomar descansos regulares de las actividades que requieren esfuerzo físico.

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La tos aguda, subaguda y crónica: ¿Cuándo buscar ayuda médica?

La tos se puede dividir en tres categorías: aguda, subaguda y crónica. Una tos aguda es un síntoma común de una infección viral activa. Mientras que la tos subaguda persiste durante 3 o más semanas después de una enfermedad respiratoria y la tos crónica persiste por más de 12 semanas y puede ser causada por asma, goteo posnasal y reflujo. La tos posinfecciosa es una tos subaguda que persiste después de una infección respiratoria y puede durar semanas o meses. Un estudio encontró que el 12% de las personas con tos subaguda y crónica tenía una infección respiratoria como causa. La evidencia actual muestra que solo el 2.5% de las personas que contraen COVID-19 desarrollan tos crónica después de la infección. Estos números pueden ser subestimados debido a que los estudios que analizan la tos posinfecciosa son pequeños y solo incluyen a las personas que buscaron atención médica.

Tratamiento de la tos

El American College of Chest Physicians y la European Respiratory Society han publicado pautas para ayudar a los médicos en el diagnóstico y tratamiento de la tos. Aproximadamente la mitad de los pacientes se recuperan sin tratamiento, mientras que para otros, los tratamientos incluyen inhaladores, esteroides, narcóticos y medicamentos de venta libre. La evidencia sobre la eficacia de estos tratamientos es limitada y mixta.

El benzonatato, un supresor de la tos no narcótico, es a menudo prescrito en la práctica. La falta de datos sobre los tratamientos en niños y los estudios han demostrado que los antitusígenos no son más efectivos que el placebo. La miel ha demostrado ser efectiva en algunos casos. Pero es importante hablar con un médico en caso de duda. Especialmente si hay síntomas como pérdida de peso, tos con sangre, sudores nocturnos o mucho esputo. La mayoría de las toses se resuelven por sí solas, pero es importante hablar con un médico para obtener más información y consejos.

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Conclusión

En resumen, la tos después de una infección respiratoria es un síntoma común, pero su duración varía de persona a persona. La tos ocurre debido a un proceso complejo en el que se activan los nervios dentro de las vías respiratorias. Durante una infección viral, la inflamación produce una molécula que provoca la necesidad de toser. Entonces, el propio virus puede activar cambios genéticos que aumentan la sensibilidad de estas vías nerviosas. Sin embargo, cuando pasa la etapa aguda de la infección y comienza a sentirse mejor, el cuerpo repara los daños causados por la inflamación y el reflejo de la tos disminuye. Pero, en algunos casos, la tos puede persistir y requerir tratamiento médico. Por ello es importante consultar a un médico si la tos persiste durante un período prolongado.

Referencias:

A nagging cough can hang on for weeks or months following a respiratory illness – and there is precious little you can do about it: https://theconversation.com/a-nagging-cough-can-hang-on-for-weeks-or-months-following-a-respiratory-illness-and-there-is-precious-little-you-can-do-about-it-198372

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