Es común que muchas personas experimenten ansiedad en diferentes momentos de sus vidas, como ante un examen importante, una cita o noticias inesperadas. Sin embargo, para aquellas personas con un trastorno de ansiedad, estos sentimientos pueden convertirse en pensamientos obsesivos e invasivos que afectan su día a día. La Asociación Americana de Psicología clasifica la ansiedad por síntomas físicos también. Según el Dr. Sai Achuthan, psiquiatra de Cygnet Health Care en el Reino Unido, estos síntomas son causados por una producción excesiva de hormonas del estrés como cortisol, adrenalina, noradrenalina y vasopresina. Estas hormonas activan la respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que provoca síntomas como aceleración del ritmo cardíaco, sudoración y respiración acelerada.

A continuación, te compartimos 5 síntomas físicos que son causados por la ansiedad.

Dolores de cabeza

Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América, las migrañas y los dolores de cabeza diarios crónicos son frecuentes en personas que tienen un trastorno de ansiedad. El tipo de dolor de cabeza más común es el dolor de cabeza tensional, en el que la persona siente una banda apretada alrededor de su cabeza, según Achuthan.

Los dolores de cabeza pueden ser provocados por la liberación de hormonas del estrés que contraen los vasos sanguíneos del cerebro, según el Dr. Anup Mathew, psiquiatra líder en la Clínica Cantourage en el Reino Unido.

Sin embargo, es a menudo difícil determinar cuál es el primero: la ansiedad o los dolores de cabeza. «Los dolores de cabeza pueden ser parte de los síntomas de la ansiedad o, por otro lado, un dolor de cabeza realmente puede causar ansiedad», según Achuthan.

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Síntomas cardiovasculares

Las personas con trastornos de ansiedad a menudo experimentan síntomas cardiovascular, como dolor en el pecho o palpitaciones, debido a que las hormonas del estrés pueden contraer los vasos sanguíneos y causar un aumento de la presión arterial y del ritmo cardíaco, según lo afirma Mathew.

Además, los trastornos de ansiedad han estado asociados con un mal funcionamiento del nervio vago, que es el camino principal del cuerpo para transmitir información entre el cerebro y los órganos internos, y también con una reducción de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV), que mide los cambios en el tiempo entre los latidos del corazón. Esto se señaló en una revisión publicada en 2014 en la revista Frontiers in Psychiatry. El nervio vago juega un papel importante en el control de la actividad cardíaca, y cuando no funciona adecuadamente, puede afectar la eficiencia de la contracción del corazón. Asimismo, una HRV baja hace que una persona tenga una recuperación más lenta de los factores estresantes, de acuerdo con los investigadores que realizaron la revisión.

Síntomas digestivos

Estos cambios en la microbiota intestinal pueden contribuir a los problemas digestivos asociados con la ansiedad, dijo Mathew. Además, las personas con trastornos de ansiedad pueden experimentar una sensibilidad aumentada a ciertos alimentos. Por ejemplo, el café o la leche, lo que puede agravar los síntomas del trastorno. Esto puede ser debido a la inflamación crónica, que puede afectar la capacidad del cuerpo para digerir ciertos alimentos.

La terapia cognitiva conductual (TCC) puede ayudar a las personas a controlar los síntomas de ansiedad. La terapia puede ayudar a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos. Además, puede disminuir los síntomas de ansiedad y evitar el uso excesivo de medicamentos. También se pueden recomendar cambios en la dieta y en el estilo de vida para ayudar a aliviar los síntomas digestivos y otras molestias relacionadas con la ansiedad.

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Inmunidad deficiente

Achuthan explicó cómo los niveles excesivamente altos de cortisol producidos durante los periodos de ansiedad, pueden interferir con la producción de glóbulos blancos que ayudan a combatir infecciones. Esto, a su vez, podría aumentar la probabilidad de que una persona se enferme.

Problemas respiratorios y mareos

Esta respuesta de lucha o huida también puede provocar otros síntomas físicos como temblores, dolor de estómago, sudoración excesiva, taquicardia y dificultad para respirar. Esto puede hacer que las personas sientan que no pueden obtener suficiente aire, lo que puede aumentar la ansiedad y el pánico. El aumento del ritmo de respiración también puede provocar úlceras estomacales, sensación de ahogo, fatiga y mareos. Cuando nuestros cuerpos están en estado de ansiedad, también pueden producirse cambios en el sueño, la alimentación y los niveles de energía.

Para reducir los síntomas de ansiedad, la terapeuta recomienda practicar técnicas de relajación como respiración profunda, yoga, meditación o mindfulness. Estas técnicas ayudan a reducir el ritmo de respiración y a regular los niveles de estrés. También es importante tener un estilo de vida saludable, como la práctica de ejercicio, comer alimentos saludables y tener un horario de sueño regular.

Referencias:

How anxiety affects the body: 5 physical symptoms, according to science: https://www.livescience.com/how-anxiety-affects-the-body

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