El que inventa el juego inventa la trampa, es un dicho popular que también se aplica a la informática, casi desde la invención y popularización de internet han existido programas maliciosos cuyo objetivo es causar daños, molestias o ganancia a costa de los usuarios incautos.
La palabra malware viene de la unión en inglés de las palabras “malicious software” o software malicioso, y engloba todo programa que busque afectar a un equipo de forma negativa.
Existen muchos tipos de malware, desde los adware, dedicados a ahogar al usuario con publicidad, hasta los gusanos informáticos, que buscan plegar tu equipo a las órdenes de otro usuario actuando como un ordenador zombi.
Pero entre lo malo, siempre existen los peores, y hoy buscamos hablar sobre los dos malware más dañinos que existen hoy en día, los ransomware y los troyanos.
La codicia del Ransomware
Los ransomware son un tipo de malware que deniegan el uso del equipo a su dueño, incluyendo el acceso a todos los datos que este contiene, y en el que se le exige al dueño un rescate monetario para desbloquearlo. Básicamente es un secuestro remoto de tu ordenador.
Como todo secuestro, el pago del rescate no asegura que la víctima saldrá ilesa, sino muchas veces todo lo contrario, así que no importa lo valiosa que sea la información contenida en tu equipo, se recomienda nunca pagar para desbloquearlo.
El caso más sonado de ransomware hasta la fecha lo protagoniza el malware llamado WannaCry, que en 2017 afectó a más de 300.000 ordenadores en todo el mundo a través de una vulnerabilidad en Windows que permitía a los hackers acceso a los equipos.
La malicia del Troyano
Los Troyanos en el mundo informático son malware diseñados para entrar en tu computadora disfrazado de un archivo normal dentro de un programa o archivo descargado en la red.
No es peligroso por sí mismo, ya que no tiene funciones destructivas inherentes, pero su trabajo es el de darle acceso a tu equipo a cualquier otro tipo de programa malicioso que desee el que controla el troyano.
Desde spyware para hacerse con datos bancarios o información delicada hasta virus que dañen las capacidades de tu ordenador, el Troyano es un habilitador.
Uno de los troyanos más sonados hasta la fecha es Emotet, un malware que utiliza archivos de Word o Excel adjuntos por correo electrónico para propagarse e infectar computadoras en todo el mundo.
Su principal objetivo son empresas privadas y aún no se sabe quién está detrás del mismo, pero ha sido el protagonista detrás de sonados casos de filtración de datos de consumidores e información confidencial.
¿Cómo protegernos del malware?
Aunque los ciberdelincuentes de todo el mundo siguen usando su ingenio para crear nuevas maneras de infectar nuestros equipos, y cada tipo de malware tiene sus propias maneras de infectar nuestros equipos, existe una serie de medidas básicas para prevenir que archivos maliciosos terminen en ellos.
- Limita tus descargas de programas en internet a los sitios oficiales de cada programa, si recibes programas de manos de terceros probablemente lleven “algo extra”.
- Cuidado con las descargas P2P como torrents, sobre todo si estás intentando acceder a programas o juegos de pago de manera gratuita, estos son bien conocidos por ser un cebo perfecto, ya que los programas finales requieren ejecución, y es ahí donde se pueden instalar archivos maliciosos.
- Siempre mantente alerta en tu bandeja de entrada, los correos electrónicos son un modo de propagación perfecto para diferentes tipos de Malware, no abras archivos adjuntos de fuentes que no conoces hasta que las confirmes como legítimas.
En conclusión, mantente alerta cuando navegues por internet, tendemos a relajarnos porque lo hacemos desde lugares donde nos sentimos seguros, pero podemos estar exponiéndonos a situaciones peligrosas para nuestros equipos.
Esperamos que esta información te sea de ayuda y como última cosa antes de despedirnos quisiera valorar las copias de seguridad, muchos ignoramos hacerlas, pero tener una copia de nuestros archivos relativamente reciente puede ahorrarnos muchos problemas, no dejes de realizarlas.
