Durante la pandemia, surgieron muchos “remedios” que prometían acabar con el Covid-19 y proteger la salud de los confinados en casa. Uno de esos tratamientos consistía en tomar una taza de té verde cada mañana, pues se sabe que esta bebida tiene cierto potencial terapéutico.
Sin embargo, el té verde no puede prevenir el coronavirus ni curarlo. Aunque se ha comprobado que uno de sus componentes químicos, el galato de epigalocatequina (EGCG), logra desacelerar la replicación del SARS-Cov-2, su uso como agente terapéutico es limitado.
Por lo tanto, es imposible crear una medicina alternativa para el virus con extracto de té verde o cualquier otro producto derivado.
Té verde vs. Covid-19

Recientemente, tres científicos de la Universidad de Virginia analizaron los más de 30 trabajos de investigación en los que se hablaba del compuesto EGCG y su uso terapéutico. En su mayoría, investigaciones publicadas durante y después de la pandemia.
Su objetivo era determinar si el galato del té podría utilizarse como un antiviral o, en su defecto, como un compuesto base en la fabricación de medicamentos. Pero, en el proceso, descubrieron que ambas posibilidades estaban lejos de su alcance.
Los resultados de su investigación indican que, actualmente, el extracto de té verde no es apropiado para tratar el coronavirus.
Si bien es cierto que la fuerte actividad antiviral de EGCG contra la infección por SARS-CoV-2 es evidente en muestras de laboratorio (in vitro), dentro del organismo, la potencia del EGCG se pierde. Esto debido a su mala absorción en el intestino y al extenso procesamiento hepático.
“EGCG bloquea la entrada de las partículas del virus inhibiendo la unión al receptor de la proteína del pico viral (S). Además, el compuesto reduce significativamente la producción de citoquinas inflamatorias virales al estimular la respuesta inmune en células infectadas por virus. Pero eso solo se observó en modelos in vitro de células huésped”.
Biswanath Dinda, investigadora en la Universidad de Virginia
Por lo tanto, tomar té verde o crear medicamentos con él no servirán de nada: su potencial terapéutico es muy escaso.
¿El té verde no tiene lugar en la medicina?

Todos sabemos que esta bebida aporta múltiples beneficios a nuestro organismo. Diversos estudios han demostrado que contiene decenas de antioxidantes capaces de retrasar el envejecimiento, así como sustancias específicas que evitan la formación de coágulos en la sangre, caries o el desarrollo de bacterias resistentes. Así que los investigadores ven un papel más importante para el uso de EGCG en formulaciones de enjuague bucal que en la creación de pastillas contra en Covid-19.
Por ejemplo, un spray para la garganta a base de lecitina y extracto de té verde podría reducir significativamente la carga viral en las glándulas salivales. Esto ayudaría no solo a evitar infecciones bucales severas, sino también reduciría la posibilidad de una infección de SARS-CoV-2 en la mucosa oral. Por lo tanto, aunque el té verde no puede tratar el virus, sí tiene el potencial necesario para prevenir infecciones.
“Si se aplica en formulaciones de enjuague bucal y de garganta en concentraciones óptimas. EGCG podría ser un candidato prometedor para la medicina”.
Subhajit Dinda, investigador en la Universidad de Virginia
En definitiva, el té tiene muchos beneficios saludables pero una taza cada mañana no nos ayudará a acabar con el Covid-19.
Referencias:
Therapeutic potential of green tea catechin, (-)-epigallocatechin-3-O-gallate (EGCG) in SARS-CoV-2 infection: Major interactions with host/virus proteases https://dx.doi.org/10.1016/j.phyplu.2022.100402