Los viajes diarios hacia y desde el trabajo pueden ser buenos para la salud mental, según un estudio reciente. A pesar de que la mayoría de los trabajadores estadounidenses pasan 26 minutos en cada sentido en promedio, el 7.7% de los trabajadores pasan dos horas o más en la carretera. Durante el auge del trabajo remoto debido a la pandemia de COVID-19, algunas personas notaron que extrañaban sus viajes al trabajo. Los académicos de administración que llevaron a cabo el estudio argumentaron que los viajes al trabajo son una fuente de «espacio liminal», un tiempo libre de roles tanto en el hogar como en el trabajo que permite recuperarse del trabajo y cambiar mentalmente de marcha al hogar.
Sin este espacio, las personas pueden experimentar confusión de roles y estrés, ya que no pueden desconectarse mentalmente del trabajo. Además, la pérdida de este espacio puede ayudar a explicar por qué muchas personas perdieron sus viajes al trabajo.
El estudio investigó los efectos de la ausencia de viajes y descubrió que proporcionan un espacio para el desapego y la recuperación psicológica del trabajo. Sin embargo, las variaciones diarias pueden afectar la accesibilidad de este espacio para el desapego y la recuperación. Por ejemplo, los viajeros en tren deben prestar atención a su ruta y monitorear las llegadas y salidas, lo que significa menos tiempo para actividades relajantes de recuperación. Por otro lado, los viajes más largos pueden dar a las personas más tiempo para desconectarse y recuperarse.

Viajes diarios al trabajo y su impacto en la salud mental
En su investigación, a los investigadores les interesaba investigar si el viaje diario proporciona tiempo y espacio para la desconexión y recuperación psicológica del trabajo. Revisaron la literatura sobre desplazamientos y transiciones de roles para crear un modelo del espacio liminal generado por los desplazamientos de un trabajador estadounidense típico. Centraron su atención en dos procesos mentales: el desapego del rol laboral y la recuperación psicológica.
Su modelo muestra que los viajes crean un espacio liminal que brinda oportunidades para la desconexión y recuperación, pero también encontraron que factores como la duración y la atención requerida del viaje pueden influir en la accesibilidad de este espacio.
Por ejemplo, viajar en tren requiere atención constante para seleccionar la ruta correcta, monitorear las llegadas y salidas, lo que disminuye la atención disponible para actividades relajantes. Sin embargo, los viajes más largos pueden brindar más tiempo para desconectarse.

Uso del espacio liminal para la transición mental
Finalmente, realizaron un estudio de seguimiento no publicado con 80 empleados universitarios para poner a prueba nuestro modelo y validar nuestros hallazgos.
Los empleados participaron en encuestas por la mañana y por la tarde, en las que se les preguntó acerca de las características de su viaje diario al trabajo, si se «desconectaban» del trabajo y se relajaban durante el viaje y si se sentían emocionalmente agotados al llegar a casa.
La mayoría de los trabajadores en este estudio informaron utilizar el espacio liminal del viaje tanto para la transición mental de los roles del trabajo a los del hogar y para comenzar a recuperarse psicológicamente de las demandas de la jornada laboral.
Su estudio también confirma que las variaciones diarias en los desplazamientos pueden afectar la capacidad para hacerlo.
Encontraron que en los días con viajes más largos que la media, las personas informaron niveles más altos de desapego psicológico del trabajo y más relajación durante el viaje.
Por otro lado, en los días en los que los viajes al trabajo eran más estresantes de lo normal, los trabajadores informaron menos desapego psicológico del trabajo y menos relajación durante el viaje.
Cómo crear un espacio liminal
Los resultados sugieren que los empleados remotos pueden desconectar creando su propio espacio liminal para la recuperación y transición. Como por ejemplo una caminata de 15 minutos al comienzo y final de la jornada laboral. También se alinea con investigaciones previas que sugieren que aquellos que regresan al lugar de trabajo pueden desconectar intentando relajarse durante el viaje.
Para mejorar el desapego al trabajo y la relajación durante el viaje, los viajeros pueden tratar de evitar pensar en el trabajo. En cambio, pueden concentrarse en actividades personales, como escuchar música o llamar a un amigo. Otras formas de viajar, como el transporte público o compartido, también pueden brindar oportunidades para socializar. Los datos muestran que el estrés en el viaje afecta negativamente el desapego y la relajación durante el viaje más que un viaje más corto o más largo. Por lo tanto, algunas personas pueden encontrar que vale la pena tomar la «ruta escénica» a casa para evitar situaciones de conducción tensas.
En conclusión, los viajes diarios hacia y desde el trabajo son una fuente importante de espacio liminal que permite a las personas desconectarse del trabajo y recuperarse. La pérdida de este espacio puede provocar confusión de roles, estrés y agotamiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la accesibilidad a este espacio varía. Es decir, puede ser influenciada por las variaciones diarias, como la duración del viaje y las demandas cognitivas.
Referencias:
A journey from work to home is about more than just getting there – the psychological benefits of commuting that remote work doesn’t provide: https://theconversation.com/a-journey-from-work-to-home-is-about-more-than-just-getting-there-the-psychological-benefits-of-commuting-that-remote-work-doesnt-provide-195799