Si buscas una razón para limitar la cantidad de alimentos grasos en tu dieta, has llegado al lugar correcto. Un nuevo estudio ha revelado que las dietas grasas afectan el funcionamiento de las células que controlan nuestras calorías. Nos referimos a los astrocitos, cuya función es frenar la ingesta de alimentos. 

Por lo tanto, las grasas pueden hacernos comer más de lo debido. 

Dietas que bloquean

Los científicos de la Facultad de Medicina de Penn State utilizaron ratones para estudiar los efectos de la comida chatarra en el cerebro. En lugar del pienso habitual, cada roedor recibió una alimentación rica en grasas y calorías durante el experimento. 

Ratones / Vía Pixabay

Algunos disfrutaron este manjar durante 3 días, otros durante 5 días, y los más afortunados durante 14 días. 

El objetivo era comprobar qué tan peligroso era el consumo prolongado de grasas. Así que, durante el estudio registraron la cantidad de alimentos ingeridos, el peso corporal y los circuitos neuronales de los roedores.

Al cabo de dos semanas, el equipo notó que los ratones habían perdido la capacidad de regular las calorías ingeridas. Sus astrocitos ahora eran insensibles a los alimentos ricos en grasas, por lo que su estómago se sentía vacío aún después de comer su ración diaria.

Esta podría ser la razón por la que algunas personas comen más de lo que deben o, incluso, de lo que puede tolerar su cuerpo. 

Los astrocitos y control de calorías

Sandwich / Vía Pixabay

Estas células en forma de estrella, los astrocitos, son la clave del estudio. Muy pocos saben que existen células como estas, capaces de regular la saciedad, el hambre y la cantidad de calorías que consumimos a lo largo del día. Sin embargo, es importante conocerlas para entender por qué la comida chatarra engorda. 

Los astrocitos se encuentran en el sistema nervioso central, entre el cerebro y el estómago. Cuando comemos alimentos ricos en grasas y calorías, estas células liberan gliotransmisores como el glutamato y el ATP para estimular a las neuronas que controlan el estómago.

Es gracias a los astrocitos que el estómago se contrae correctamente al llenarse o vaciarse. Si se inhiben los astrocitos, esa vía de señalización entre el cerebro y el intestino se bloquea y, como resultado, provoca un retraso en la digestión de los alimentos.

Los ratones del experimento pasaron por esto después de una o dos semanas con una dieta rica en grasas. Por lo tanto, los investigadores consideran que debería limitarse el consumo habitual de comida chatarra y otros productos grasos.

Todavía no se sabe exactamente cómo los astrocitos controlan lo que sucede en el intestino, pero claramente existe algún tipo de vínculo. Y puede que dicha relación ayude a comprender los mecanismos detrás de los antojos y la obesidad.

En conclusión: limita la cantidad de grasa en tu dieta

Midiendo el peso corporal / Vía Pixabay

Hoy en día, podemos encontrar toda clase de dietas centradas en el consumo de carnes o frutos secos, famosos por su alto contenido en grasa. 

Tenemos, por ejemplo, la dieta Keto o la paleolítica. Este plan de alimentación está bien para un día o dos pero, si nos centramos únicamente en consumir grasas, corremos el riesgo de bloquear nuestras calorías. Y como resultado, terminaremos subiendo de peso. 

Los investigadores no saben si es posible reactivar la aparente capacidad perdida del cerebro para regular la ingesta de calorías después de una ingesta prolongada de grasas. Si este es el caso, entonces el estudio podría ayudar a las que sufren obesidad o problemas metabólicos como la diabetes tipo 2. 

Sin embargo, de momento, deberíamos pensar en este “bloqueo” como otra razón más para cambiar de dieta.

Referencias:

Brainstem astrocytes control homeostatic regulation of caloric intake https://doi.org/10.1113/JP283566

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