Desde que ChatGPT llegó a nuestras vidas, muchas cosas han cambiado. Su capacidad para escribir artículos fáciles de leer supera a la de muchos redactores, y eso ha cautivado a toda clase de personas. Entre ellas, investigadores y científicos que buscan ser publicados en una revista de prestigio como Nature o PLOS ONE.
En teoría, esta IA ya puede producir artículos académicos lo suficientemente buenos. En un estudio reciente se demostró que ChatGPT habla de finanzas con soltura y genera respuestas sencillas a preguntas científicas. Sin embargo, a los editores les preocupa el trabajo de este robot.
¿La IA está a la altura de la literatura académica?
Si bien es cierto que ChatGPT ha aparecido en más de una ocasión como coautor de algunos artículos en la revista Science, su uso como herramienta aún no es oficial. De hecho, varias editoriales han prohibido o restringido los artículos creados con esta inteligencia artificial.

¿Por qué? Hay muchas razones detrás de esto. Debido a que el bot usa información de Internet para generar contenido, a los editores les preocupa que los artículos generados con IA sean inexactos, o peor, un plagio de otras páginas de literatura académica.
Además, a esto le sumamos el hecho de que la IA suele cometer algunos errores. Entre ellos, redundancias y transcripciones que no corresponden con la información actualizada, debido a que se trata de un bot en desarrollo.
Basándonos en estas opiniones, podríamos pensar que ChatGPT nunca será autor de un artículo científico. Pero el editor en jefe de Nature, una de las principales revistas científicas del mundo, no piensa lo mismo. Él considera que investigadores y editores deberían pensar en esta herramienta como un asistente electrónico de bajo costo o incluso gratuito.
Incertidumbre en la comunidad científica
Diversos estudios han demostrado que ChatGPT puede redactar con una gramática envidiable y en cuestión de segundos. Por lo tanto, es una IA ideal para los científicos que disponen de poco tiempo o simplemente tienen experiencia redactando.
Así como hay editores que prohíben su uso, hay otros que sienten interés por este bot. Esas personas creen que ChatGPT sería una ayuda potencialmente importante para la investigación.

“Si es fácil obtener buenos resultados de ChatGPT simplemente usándolo, tal vez haya algo más que podamos hacer para convertir estos buenos resultados en excelentes”.
Nature
Aunque, eso sí, la IA no debería figurar en ningún caso como autor o coautor del trabajo. Todas las editoriales aseguran que ChatGPT no cumple con el “estándar de autoría”, pues esta atribución es únicamente para los investigadores que son responsables del trabajo. Los modelos de lenguaje no forman parte del equipo ni son conscientes de lo que redactan, por lo tanto, no pueden ser autores de ningún artículo.
“Si un autor utiliza alguno de estos para desarrollar su artículo, se debería comentar en las secciones de métodos o agradecimientos”.
Nature
Esto abre una nueva posibilidad para ChatGPT y todos aquellos que quieran utilizarlo para redactar artículos científicos. Sin embargo, las revistas científicas todavía debaten el tema.
Lo único seguro aquí es que la IA sí puede escribir artículos académicos.
Analizando las redacciones científicas de ChatGPT

Para determinar el potencial del bot, los investigadores le pidieron a ChatGPT que generara las cuatro partes estándar de un estudio de investigación: idea de investigación, revisión de literatura, conjunto de datos y sugerencias para pruebas y exámenes. En este caso, todo era sobre un estudio financiero.
Una vez generado, los investigadores enviaron el artículo a un panel de 32 revisores. Esto con la finalidad de que calificaran si el resultado era lo suficientemente completo y correcto como para que se publicara en una «buena» revista académica de finanzas.
Curiosamente, todas las secciones del artículo recibieron una calificación alta por parte de los revisores, lo que sugiere que ChatGPT es un buen autor.
En teoría, tiene el potencial para generar un estudio de investigación financiera aceptable. Sin embargo, está claro que hay puntos de vista drásticamente diferentes en torno a esta tecnología. Mientras que algunos la apoyan y la perfeccionan, otros prefieren que esté lo más lejos posible de una revista académica.
Por ahora, no sabemos qué pasará con ChatGPT, pero podemos asegurar que editoriales e investigadores tendrán la mirada puesta en este bot.
Referencias:
ChatGPT for (Finance) research: The Bananarama Conjecture https://dx.doi.org/10.1016/j.frl.2023.103662