Algunos hongos comunes, como las cándidas o los aspergillus, se están haciendo más fuertes cada día. En poco tiempo, podrían ocasionar infecciones en la sangre, en el cerebro, en los pulmones y en otros órganos vitales del ser humano. Así lo indica un nuevo estudio de la Universidad de Duke.

Hasta ahora, las criaturas fúngicas nos importaban muy poco. En parte porque centramos nuestra atención en las bacterias y los virus que sabemos que pueden provocar pandemias mortales. Pero también por el hecho de que a los hongos potencialmente peligrosos no les va bien el calor de nuestros cuerpos.

Diversos estudios habían determinado que los hongos nunca podrían ser una amenaza para la salud humana, ya que no resisten las altas temperaturas. Sin embargo, en algún punto, eso cambió.

Hoy en día, el calentamiento global no está matando a los hongos peligrosos, por el contrario, está multiplicándolos. Lo que significa que pronto podríamos vivir una apocalipsis fúngica como la de la nueva serie de HBO «The Last of Us».

¿A qué clase de hongos nos enfrentamos ahora?

Muestra de laboratorio con hongos / Vía Pixabay

El equipo cree que estamos ante el primer ejemplo de una nueva generación de hongos resistentes. Esto debido a que el clima cálido ha impulsado algunas adaptaciones biológicas para las que todavía no hay tratamiento. 

La principal adaptación, y la más preocupante, es la resistencia a temperaturas superiores a los 36°C: el calor de un ser humano promedio. 

Si bien es cierto que siempre han existido hongos capaces de infectar al ser humano, no solían pasar mucho tiempo en nuestro organismo. Hongos como las cándidas, causantes de la candidiasis, solo eran un riesgo para aquellos que tenían un sistema inmune debilitado. 

Pero, últimamente, las cándidas han causado más de 500 hospitalizaciones en Estados Unidos. Y en España, el cryptococcus causante de la criptococosis está afectando el sistema respiratorio de los niños.

Un nuevo peligro para la humanidad

Así se propagan algunos hongos debido al calentemiento global / Créditos: American Society for Microbiology

Quizás te estés preguntando, ¿cómo se relaciona el calentamiento global con estas adaptaciones?  El calor puede aumentar el número de cambios genéticos, algunos de los cuales presumiblemente podrían conducir a una mayor resistencia al calor.

El clima cálido hace que los elementos transponibles del hongo, sus genes saltadores, se levanten y se muevan dentro del ADN. Por lo tanto, esto lleva a cambios estructurales en la forma en que se usan y regulan tales genes.

Los investigadores creen que todos estos cambios son realmente un método de supervivencia. Después de todo, es muy difícil sobrevivir en un clima seco y caliente. Esto aplica tanto para los seres humanos como para otros reinos animales. 

«Las enfermedades fúngicas van en aumento. Estas no son enfermedades infecciosas en el sentido transmisible: no nos transmitimos hongos entre nosotros. Pero las esporas están en el aire y nuestro sistema inmunológico no está equipado para combatirlas».

Asiya Gusa, genetista en la Escuela de Medicina de Duke

Sin embargo, sea cual sea la razón, es evidente que estamos en la era de los hongos peligrosos para la salud.

Luchar contra las enfermedades en un mundo cada vez más caliente

CIentíficos analizando las cándidas / Vía Pxhere

Usualmente, las esporas de hongos son más grandes que los virus, por lo que las mascarillas para el Covid-19 probablemente serían suficiente para detenerlas. Sin embargo, no solo debemos cuidarnos de las esporas. 

Hay un gen en los hongos, conocido como Tcn12, que puede conducir a la resistencia a los medicamentos. Por lo tanto, los cambios genómicos de estas criaturas mejorarán su virulencia con el tiempo, y con ello, la aparición de nuevas enfermedades.

Todavía no sabemos cuáles ni cómo nos afectarán, ya que no hemos llegado al punto en el que se narra «The Last of Us». Sin embargo, este es un estudio fascinante que muestra cómo el aumento de la temperatura global puede afectar la evolución de los hongos en direcciones impredecibles. ¡Otra cosa más de la qué preocuparse por culpa del calentamiento global!

Referencias:

On the Emergence of Candida auris: Climate Change, Azoles, Swamps, and Birds https://mbio.asm.org/content/10/4/e01397-19

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