Si alguien te dice que tienes “memoria de elefante”, no lo tomes como un insulto. En realidad intenta decirte que tienes una memoria envidiable, tan grande y duradera como la de uno de los paquidermos más antiguos de la Tierra.

Los elefantes han sido alabados durante muchos años por su memoria. Muchos piensan que, debido a su tamaño, son capaces de recordar todo lo que ocurre a su alrededor: lo bueno, lo malo y lo inesperado. Pero, ¿qué tan cierta es esta expresión? ¿Hasta dónde llega la memoria de los elefantes?

Si realmente te preocupa el tema, te adelantamos que los paquidermos evolucionaron para recordar detalles que son clave para su supervivencia. Por lo tanto, sí pueden recordar ciertas cosas a largo plazo. 

¿Cómo es la memoria de un elefante?

Ante todo, es importante aclarar que la memoria de los elefantes no está vinculada al tamaño de su cerebro. En sus 6 kilos de masa cerebral hay solo 22 mil millones de neuronas, es decir, diez veces menos conexiones que en el cerebro humano. Así que tienen una estructura menos compleja en la cabeza. 

Manada de elefantes / Vía Pixabay

¿Eso significa que su memoria es pequeña? No precisamente. El hipocampo de los elefantes, la región asociada a la memoria, utiliza el 0,7% de la estructura del cerebro, mientras que nosotros solo utilizamos el 0,5%.

Gracias a esto, los elefantes son capaces de reconocerse y recordarse entre sí, incluso después de algunos años. Por no mencionar que, al tener un hipocampo tan funcional, su memoria suele almacenar recuerdos curiosos.

Por ejemplo, los elefantes africanos mayores (Loxodonta africana) pueden recordar los sonidos y olores únicos de los depredadores. Incluso pueden diferenciar a sus cuidadores humanos a partir del olor y color de la ropa. 

Además, varios estudios han demostrado que las matriarcas de las manadas recuerdan por muchos años la ubicación exacta de fuentes de alimentos y agua. Por lo tanto, pueden volver sobre sus pasos para encontrar pozos de agua en la sabana árida.

«Ser capaz de buscar alimentos en un entorno altamente dinámico, al mismo tiempo que manejan relaciones sociales y evitan el riesgo de depredación, requiere un cerebro capaz de procesar y recordar información detallada».

Graeme Shannon, profesor de zoología en la Universidad de Bangor 

La “memoria del elefante” es extraordinaria

Tales hallazgos sugieren que los elefantes, efectivamente, gozan de una buena memoria. Esta es una habilidad crítica que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en la sabana. 

Sin embargo, eso no quiere decir que los paquidermos nunca olviden. 

La memoria de los elefantes está centrada en la supervivencia. Cada especie necesita, como mínimo, comer alrededor de 150 kilogramos de vegetación al día. Por lo tanto, para satisfacer sus apetitos voraces, el hipocampo almacena con cuidado toda la información relevante para cumplir dicha tarea:

  • El lugar de los alimentos y las rutas migratorias más óptimas dependiendo de la época del año. 
  • Los recuerdos de amigos y enemigos cercanos. 
  • Y la capacidad de reconocer a su manada a pesar de estar en contacto con cientos de otros elefantes en el transcurso del año.

«Es crucial que los elefantes tengan un conocimiento detallado sobre las familias y los asociados cercanos, además de poder identificar a los extraños y ser más cautelosos al interactuar con estos individuos desconocidos”.

Graeme Shannon

Pero si le pedimos a un elefante que memorice un cuestionario, probablemente las olvidaría al instante. Después de todo, para los paquidermos esa información no es indispensable para la supervivencia. 

¿Un cambio de expresión?

Elefante bebé / Vía Pxhere

En otro estudio reciente, se demostró que las neuronas corticales de los elefantes son radicalmente diferentes de las de otras especies inteligentes. Las características únicas de estas neuronas sugieren que los elefantes reflexionan cuidadosamente sobre sus recuerdos. En otras palabras, estamos hablando de animales contemplativos que no solo almacenan recuerdos sino que aprenden de ellos. 

Tomando en cuenta esto, podríamos seguir usando la expresión “memoria de elefante” para halagar a una persona inteligente. 

Los elefantes pueden recordar olores, sonidos, lugares y experiencias emocionalmente traumáticas como la pérdida de un hijo o una matriarca. Esta información se almacena en sus cerebros y puede permanecer allí para siempre. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta memoria emocional tiene sus límites. No existe todavía una criatura que pueda recordar todo a la perfección. 

Referencias:

Severe drought and calf survival in elephants  https://doi.org/10.1098/rsbl.2008.0370 

What elephants’ unique brain structures suggest about their mental abilities https://theconversation.com/what-elephants-unique-brain-structures-suggest-about-their-mental-abilities-100421

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