Según un nuevo estudio, esta presión arterial diastólica estaría vinculada con el neuroticismo.

Estos hallazgos se encuentran dentro de un artículo publicado en la revista General Psychiatry en el que los investigadores muestran que tanto la presión arterial alta y la presión arterial diastólica tienen efectos causales significativos sobre el neuroticismo.

Llegar a esa conclusión fue posible gracias a un análisis realizado mediante una técnica llamada aleatorización mendeliana. Esta técnica utiliza variantes genéticas como representantes de un factor de riesgo particular. En el reciente estudio usaron la presión arterial como factor de riesgo para encontrar evidencia genética que respalde una relación causal.

La presión arterial diastólica estaría vinculada con el neuroticismo. Vía Pixabay.

Los datos estadísticos revelan que el 30 % y el 60 % de la presión arterial se debe a factores genéticos. Realizando un estudio de 8 conjuntos de datos de estudios a gran escala que contenían ADN del genoma completo de personas con ascendencia europea, encontraron una relación entre el neuroticismo y la presión arterial diastólica. Esta asociación se dio en el 90% de los casos analizados.

El neuroticismo sería un factor causal de la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo. Además, las personas con neuroticismo tienden a experimentar con mayor frecuencia episodios de alto estrés mental. A su vez, el estrés puede desencadenar una presión arterial elevada y producir enfermedades cardiovasculares.

Pero, los científicos de esta investigación sostienen que sus hallazgos podrían tener limitaciones ya que solo se enfocaron en personas con ascendencia europea.

¿Qué es la presión arterial diastólica?

La presión arterial diastólica es el número más bajo en la lectura de la presión arterial. Esta se mantiene debido a la energía almacenada en las paredes elásticas de la aorta durante la sístole. El nivel en el que se conserva depende del estado de la aorta y las arterias grandes, así como su capacidad de estirarse y almacenar la energía. Del mismo modo, el nivel depende de la competencia de la válvula aórtica y de la resistencia de las arteriolas. Estas controlan el flujo de la sangre que se dirige a los capilares pertenecientes a la microcirculación. Las arterias más grandes se localizan entre las ramificaciones de la aorta y las arteriolas. Responsables de controlar el flujo de sangre proveniente de la circulación arterial.

La presión arterial diastólica es el valor más bajo de la presión arterial. Vía Pixabay.

Cuando la resistencia vascular periférica aumenta, como se produce ante una estimulación simpática, la presión arterial diastólica se eleva. Por ejemplo, con la alterosclerosis las arterias más pequeñas pueden tornarse rígidas y, por ende, ser incapaces de adaptarse a la llegada del flujo sanguíneo de la aorta sin aumentar la presión diastólica.

El cierre de la válvula aórtica, al comienzo de la diástole, es crucial para el mantenimiento de la presión diastólica. Si esta válvula se cierra en forma incompleta, como se observa en la insuficiencia aórtica, la presión diastólica disminuye. Esto sucede porque la sangre vuelve al ventrículo izquierdo en lugar de avanzar en dirección al sistema arterial.

Referencias:

Investigating genetic causal relationships between blood pressure and anxiety, depressive symptoms, neuroticism and subjective well-being: http://dx.doi.org/10.1136/gpsych-2022-100877

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