A todos nos sorprendió saber que grandes empresas tecnológicas como Meta llevarían a cabo despidos masivos en los próximos meses. Este año la industria creció un 28% y hay alrededor de 317.000 nuevas ofertas de trabajo para desarrolladores e ingenieros de software. Por lo tanto, la situación parece incomprensible si pensamos en lo importante que fue la tecnología durante la pandemia.
Sin embargo, las cifras que movían a estas empresas en 2021 ya no son igual de positivas ahora que la pandemia está llegando a su fin. En medio de la persistente inflación, el colapso de la financiación de riesgo y el miedo en los mercados públicos, las empresas tecnológicas sienten que necesitan hacer cambios importantes en su plantilla para frenar una posible recesión.
Mark Zuckerberg, por ejemplo, anunció que hará una reducción del 13% de la plantilla. En total, más de 11.000 empleados que pronto recibirán un correo de despedida.

La empresa Meta ha perdido en torno al 71% de su valor en la bolsa y, tras presentar sus últimos resultados, el precio de cada acción cayó un 20%. Esto debido a varias decisiones que se tomaron a raíz de la pandemia, como:
- Potenciar su inversión en e-commerce y publicidad personalizada pensando en que la industria crecería tras la crisis sanitaria.
- O la contratación de profesionales únicamente capacitados en el e-commerce y los servicios digitales que se masificaron durante la cuarentena.
Errores que también otras empresas tecnológicas como Twitter, Google o Microsoft han cometido y que desencadenaron esta cadena de despidos masivos en otoño. Mientras que, por otro lado, la hostelería, el transporte aéreo y los restaurantes se han recuperado en esta nueva era post-pandémica.
Sin embargo, ¿es lógico evitar la recesión de la industria fomentando despidos? Un desplome en la contratación puede ser perjudicial para estas compañías, en especial ahora que la tecnología y el trabajo remoto están en auge.
Posibles consecuencias de los despidos masivos en las empresas tecnológicas

Una reducción drástica en la plantilla no solo significa decirle adiós a grandes profesionales, también implica una batalla más amplia por el talento tecnológico y los costos asociados. Con menos plazas disponibles, los futuros prospectos tendrán que luchar por una contratación.
En este sentido, habrá menos posibilidades de entrar en el mercado laboral. Nash Squared descubrió que el 68% de los líderes digitales consideran que la escasez de habilidades tecnológicas les impide seguir el ritmo del cambio. Por lo tanto, buscan profesionales que puedan desempeñarse en varios campos tecnológicos.
Además, la decisión de las grandes empresas tecnológicas no solo afectará los despidos y la contratación de nuevos talentos, también repercutirá en las ofertas de trabajo remoto.
Según indicó un estudio reciente en Linkedin, la cantidad de trabajos remotos ha disminuido desde principios de 2022. Por lo tanto, es evidente que la industria tecnológica sigue siendo un bastión de oportunidades de trabajo remoto.
¿Deberíamos preocuparnos?

Los recortes de empleos en las grandes empresas de tecnología son preocupantes para cualquiera que trabaje en tecnología, sin embargo, la crisis que vemos hoy en la industria tiene muchos puntos en común con la vivida en el año 2000.
Durante la primera mitad de ese año empezaron los rumores de la caída de beneficios de muchas empresas, y en la segunda mitad, llegó la tormenta de los despidos.
Todos le tenían miedo al cambio de milenio, pero realmente no hubo una recesión significativa ese año. Las empresas se recuperaron rápidamente y todo volvió a la normalidad.
Puede que el 2023 sea nuestro nuevo “cambio de milenio”, y una vez que pase, las empresas tecnológicas reducirán los despidos y las posibles consecuencias.