La fiebre Q es una infección que se produce por la bacteria Coxiella Burnnetti cuya transmisión es del tipo antropozoonótica. Esto quiere decir que el contagio se produce desde los animales hacia los humanos.

El término fiebre Q hace referencia a la expresión inglesa ‘query’, que significa duda. Dicha duda o incertidumbre se produjo cuando apenas fue descubierta la enfermedad, pero aún hoy persiste debido a que la infección es muy rara.

Algunos animales domésticos como los gatos, perros y animales de granja (vacas, cabras, ovejas, etc.) pueden transmitirnos esta enfermedad. Pero, también ciertos animales salvajes como los reptiles, roedores y aves.

Características de la enfermedad

En general, las personas que transitan por la fiebre Q pueden presentar dos cuadros diferentes: agudo y crónico.

Por un lado, un cuadro agudo en el que se producen síntomas similares a los que se vivencian con la gripe. Es decir, fiebre alta, cefaleas, dolores musculares y fatiga. Otros síntomas que también pueden aparecer: náuseas, dolor de cabeza, sudores nocturnos, mialgias, aumento de ganglios, artralgia, dificultad para dormir, depresión, disminución de la concentración, y deterioro de la memoria a corto plazo.

Estos síntomas pueden durar varias semanas, que se van resolviendo a medida que pasen los días. Debido a su semejanza con la gripe, a veces se la confunde con esta enfermedad.

Bacterias Coxiella Burnnetti, encargadas de producir la fiebre Q. Vía Depositphotos.

Por otro lado, está el cuadro crónico que se puede presentar en alrededor del 1-5% de los infectados. Algunos pacientes pueden ser más propensos a desarrollar este cuadro crónico y por lo general son aquellas personas con enfermedades valvulares o arteriales. También podría presentarse en pacientes con prótesis articular, inmunodeprimidos o embarazadas.

En estos casos, la bacteria C. Burnnetti produce inflamación crónica, lo que desencadena fiebre recurrente y otros tipos de daños en órganos como las válvulas cardiacas, los huesos, las articulaciones, etc.

Transmisión de la fiebre Q

Al ser una infección antropozoonótica, esta se transmite por las heces secas, leche o derivados placentarios de un animal contaminado con la bacteria. El contagio en sí se concreta tras inhalar esporas o aerosoles que contengan la bacteria C. Burnnetti.

Por lo tanto, la infección es más común en personas que están en contacto con animales de granja o productos que se obtienen de ellos (lana, leche, cuero, etc.). A veces la bacteria puede estar presente en la paja o en el polvo de la ropa. Además, al ser una bacteria muy resistente a las condiciones ambientales, puede ingresar al organismo humano mucho tiempo después de haber permanecido en tales condiciones.

Los principales grupos de riesgo son las personas que trabajan con animales de granja, como los granjeros, veterinarios o trabajadores de mataderos. A este grupo se agregan los trabajadores de la salud que interactúan con pacientes con fiebre Q, por ejemplo, microbiólogos, obstetras o anatomopatólogos. Estos últimos pueden contagiarse al entrar en contacto con tejidos infectados.

Para el diagnóstico de la enfermedad, se puede recurrir a la serología en sangre como también por medio de un análisis de PCR en sangre o muestras de tejidos afectos.

Luego, cuando se compruebe si el cuadro es agudo o crónico, se procederá al tratamiento. En pacientes con cuadro agudo, el tratamiento consiste en la administración del antibiótico doxiciclina. Mientras que las embarazadas con fiebre Q pueden recibir un tratamiento diferencial que no interfiera con el embarazo. Por ejemplo, se las puede tratar con trimetoprim-sulfametoxazol.

Cuando hay riesgo de que la enfermdad se vuelva crónica, el médico puede recetar un tratamiento prolongado con doxiciclina e hidroxicloroquina. Este tratamiento debe ser monitorizado con serología en sangre para comprobar si está surtiendo efecto.

Referencias:

Qué es la fiebre Q, otra enfermedad que pueden transmitirnos los animales: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-fiebre-otra-enfermedad-pueden-transmitirnos-animales-20221026075817.html

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *