En un reciente estudio, los investigadores de un equipo internacional de científicos detectaron que la Peste Negra, una de las pandemias más devastadoras de la historia, modificó la evolución humana.
A esta conclusión llegaron tras analizar el ADN de víctimas y sobrevivientes de la gran peste ocurrida en Europa en el siglo XIV. Esta pandemia habría impactado tan profundamente en nuestra biología que ha dejado rastros en el genoma humano.
Mediante el análisis, el equipo de investigación determinó que luego de esta pandemia, el sistema inmunológico se adaptó y continuó evolucionando hasta nuestros días.
Pero, algunos de esos cambios no nos traería beneficios a largo plazo. Aunque los genes se volvieron más resistentes a la plaga, se volvieron más susceptibles a las enfermedades autoinmunes. Por ejemplo, a la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn.
Estos hallazgos están publicados en la revista Nature, y sugieren que las pandemias podrían traer efectos inesperados en el ADN de las sucesivas generaciones.

Pandemia de Peste Negra y su impacto en la evolución humana
La Peste Negra se llevó millones de vidas en Europa, Asia y África. Esta fue causada por la bacteria Yersinia pestis, que se transmitió a los humanos a través de las pulgas.
Para saber si esta peste repercutió en el genoma humano, estos investigadores realizaron un estudio minucioso del ADN de las víctimas y sobrevivientes. También analizaron el ADN de personas que vivieron hasta 100 años antes de la peste.
En total, obtuvieron 500 muestras de personas que murieron antes y durante la peste, como así también de las que sobrevivieron y murieron tiempo después.
Luego, compararon el genoma de estos individuos. Con esa comparación consiguieron identificar cuatro genes asociados con la Peste Negra. Esos genes se encargarían de producir proteínas que ayudan a proteger nuestros cuerpos de los patógenos invasores. Además, detectaron que las personas con una o más de estas variantes genéticas parecían tener más probabilidades de sobrevivir a la plaga.
Para conocer qué pasaba con el ADN antiguo, los investigadores crearon cultivos de células humanas con diferentes perfiles genéticos y los infectaron con Yersinia pestis. Con estos experimentos comprobaron que los que poseían dos copias idénticas del gen llamado ERAP2 tenían entre un 40 y un 50 % más de probabilidades de sobrevivir a la plaga que aquellos con las copias opuestas. Estos últimos habrían tenido más susceptibilidad a la bacteria.
Los investigadores dicen que las consecuencias de la plaga siguen latentes en el genoma humano. Tal es así que algunas de las variantes genéticas identificadas tendrían una mayor susceptibilidad a las enfermedades autoinmunes.
Referencias:
Evolution of immune genes is associated with the Black Death: https://www.nature.com/articles/s41586-022-05349-x
The Black Death Shaped Human Evolution, And We’re Still in Its Shadow: https://www.sciencealert.com/the-black-death-shaped-human-evolution-and-were-still-in-its-shadow