Tenemos cinco océanos: el Pacífico, el Atlántico, el Índico, el Ártico y el Antártico. En conjunto, estas grandes masas de agua cubren el 70% de nuestro planeta. Y por separado, cada uno de estos océanos esconden criaturas fantásticas, como plantas prehistóricas o seres vivos nunca antes vistos.  

Pero, aún sabiendo cuán maravillosos son estos ecosistemas para la vida, nadie suele mercionarlos en las convenciones medioambientales. Usualmente lo que se discute son temas más puntuales, como por ejemplo: la extinción de cierta especie marina o el tamaño de la isla de plástico que flota en el Pacífico.

Muchos científicos han intentado proponer prácticas sostenibles para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de los recursos oceánicos. Sin embargo, sus esfuerzos simbólicos nunca han dado frutos ya que “el océano no es tan importante como un ser vivo”. 

Ese suele ser el argumento más sonado en estas convenciones. Así que, en respuesta, un equipo de investigadores ha presentado hoy un nuevo contraargumento en la revista PLOS Biology: el océano es un ser vivo con derechos.

¿Qué entendemos por un ser vivo y por un ecosistema?

Vía Pixabay

Tal vez su postura nos parezca absurda, ya que los seres vivos en teoría son organismos celulares que nacen, crecen, se alimentan, se reproducen y, finalmente, mueren. Pero en realidad este término es bastante subjetivo.

Previamente a este estudio, algunos científicos ya pensaban que los océanos estaban vivos. Esto debido a que el sistema de circulación oceánico funciona de forma similar al sistema circulatorio de organismos complejos como los mamíferos. Además, dentro de los océanos se producen reacciones químicas vitales, como la producción de oxígeno y la retención de dióxido de carbono.

Nuestra visión clásica de la vida se basa en algo muy concreto: pensamos que un ser vivo debe tener un cuerpo físicamente delimitado y una identidad. Sin embargo, ningún organismo, ni siquiera el ser humano, vive dentro de un espacio cerrado. Todos los seres vivos se renuevan completamente y cambian sus ciclos vitales para sobrevivir. Así que, una visión más precisa de la vida considera a la energía y los procesos químicos como rasgos determinantes de un ser vivo. 

Y bajo ese esquema, el océano en su totalidad es como un gran ser vivo.

Los derechos de los océanos 

El equipo de la Universidad de Waterloo escribió lo siguiente en la revista PLOS Biology:

“El océano es, por tanto, un ser vivo y una entidad legal con derechos inherentes y valores intrínsecos. El derecho internacional debe evolucionar para reflejar los derechos inherentes del océano a existir, florecer y regenerarse”. 

Aunque suena como una capitalización de la naturaleza, este nuevo enfoque filosófico lo que intenta reflejar es que el océano y el ser humano deberían ser tratados como iguales. Es decir, criaturas con derechos y responsabilidades. 

Nuestra relación con los océanos no es la más saludable, ya que pensamos que el ser humano es superior, y como tal, puede explotar los recursos oceánicos a su gusto. Es por eso que la pesca industrial es una práctica tan común.

En la ley de la Tierra de 2001, se reconoce que la naturaleza tiene su propio valor intrínseco. No en virtud de lo que puede proporcionar como propiedad, sino simplemente como un ser vivo por derecho propio. Por lo tanto, los investigadores esperan hacer algo similar con los océanos: otorgarles derechos para que sean tratados como seres vivos.

Cosas como el derecho a estar libres de la contaminación o mantener los ecosistemas protegidos y seguros para las criaturas marinas son algunos de los retos y derechos fundamentales. 

Un futuro para los océanos y los seres vivos

En este esquema se resume el argumento de estos científicos / Créditos: PLOS Biology & Universidad de Waterloo

Está claro que lo que sea que están haciendo ahora los expertos no está funcionando exactamente. Nuestros océanos están pasando por una extinción masiva. Las temperaturas cambian constantemente, hay cada vez más contaminación, y muchas especies están muriendo por la falta de alimento. 

Así que tratar al océano como un ser vivo quizás podría cambiar positivamente nuestra relación con esta gran masa de agua llena de vida. Después de todo, el ser humano es más empático con los seres vivos que con los ecosistemas. 

Referencias:

Living in relationship with the Ocean to transform governance in the UN Ocean Decade https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3001828 

Scientists Call For The Ocean to Be Recognized as a Living Being With Inherent Rights https://www.sciencealert.com/scientists-call-for-the-ocean-to-be-recognized-as-a-living-being-with-inherent-rights 

Planeta océano: el corazón líquido que nos mantiene vivos https://theconversation.com/planeta-oceano-el-corazon-liquido-que-nos-mantiene-145553

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