Los científicos han detectado ondas extrañas en la heliosfera, la burbuja espacial que protege al Sistema Solar.
Esta nueva medición, hecha con el satélite IBEX, se suma a la larga lista de veces en las que la NASA ha detectado cambios en esta burbuja.
La heliosfera está compuesta por protones, electrones y partículas alfa principalmente. Se extiende desde el Sol hasta el espacio, y protege a la Tierra y al resto de planetas de la dañina radiación interestelar. Sin embargo, los científicos nunca han podido determinar la forma exacta de la heliosfera, ya que cambia constantemente.
En 2012, el Voyager 1 cruzó por primera vez la heliopausa (el supuesto límite de la heliosfera), y calculó que esta burbuja tenía una distancia de 122 unidades astronómicas. Pero en 2016, cuando el Voyager 1 volvió a medir este límite, la heliosfera se había hinchado hasta las 131 unidades astronómicas.
Pensando que quizás la sonda estaba defectuosa, la NASA mandó al Voyager 2 a medir nuevamente esta burbuja en 2015, y como resultado, la sonda obtuvo otra medida: 103 unidades astronómicas. Un tamaño que se ha mantenido hasta ahora, con un margen de error de 8 unidades astronómicas a cada lado.
¿Qué significa todo esto? Pues parece que nuestro Sistema Solar se está arrugando cada vez más.
Las ondas extrañas de la heliosfera son un aviso

Parece que estas regiones cambiantes recién detectadas están en uno de los límites entre el Sistema Solar y el espacio interestelar. Concretamente, muy cerca del Sol.
En esa región, el viento solar que sale al espacio choca con el viento interestelar.
Un equipo de científicos de la Universidad de Princeton determinó que estas ondas extrañas se formaban cada vez que los vientos solares chocan con la heliopausa y los vientos interestelares al borde del Sistema Solar. Es por eso que tales ondas miden decenas de unidades astronómicas (la distancia media entre la Tierra y el Sol).
Para determinar esto, la NASA utilizó el satélite IBEX que se encuentra muy cerca del planeta Tierra. Este dispositivo puede medir los átomos neutros energizados (ENA) que resultan de las colisiones entre las partículas. Por lo tanto, es capaz de predecir cuando la heliosfera cambia de forma.
¿Pero por qué cambia tanto esta burbuja?
Los investigadores no han encontrado todavía la causa exacta, pero todo apunta a que el responsable es nuestro astro más brillante.
El Sol afecta a todo lo que le rodea, desde el espacio hasta la burbuja que lo protege. Es por eso que la heliosfera tiene arrugas y regiones onduladas, pues cada vez que una onda de plasma la golpea, la energía se refleja y se crea una tormenta de átomos dentro de la heliopausa.
Pero una simple arruga en la burbuja que cubre al Sistema Solar no es algo malo
Estas ondas extrañas ayudarán a los científicos a comprender mejor los límites de nuestro Sistema Solar y cómo cambia la heliosfera con el tiempo.
La NASA planea enviar en 2025, dentro de tres años, otra nueva sonda espacial a la heliopausa. Pero esta vez, el dispositivo también medirá la emisión energética dentro de la heliosfera para comprender qué está pasando dentro de esta extraña burbuja invisible que protege nuestro pequeño sistema planetario de la materia oscura.
Así que, aunque nos resulte incómodo pensar que nos estamos arrugando en el espacio, realmente este proceso no parece que vaya a cambiar nuestro estilo de vida. La Tierra, el Sol y el resto de planetas soportarán estos cambios.
Referencias:
Strange Ripples Have Been Detected at The Edge of The Solar System https://www.sciencealert.com/strange-ripples-have-been-detected-at-the-edge-of-the-solar-system
Oblique and rippled heliosphere structures from the Interstellar Boundary Explorer https://doi.org/10.1038/s41550-022-01798-6