En 2017, unos investigadores descubrieron una tumba en la cueva Arma Veirana de Italia donde se hallaba un bebé. Este había sido enterrado con una especie de cabestrillo con adornos de conchas, la evidencia más antigua de un portabebé.
El entierro infantil de Neve, como apodaron al bebé, podría dar nuevas muestras de cómo los antiguos humanos cargaban a sus crías. Además, hace suponer que los portabebés ya se usaban en tiempos prehistóricos.
Con los posteriores análisis de los dientes de la criatura pudieron determinar que se trató de una niña que falleció hace 10 mil años aproximadamente. Junto con ella, hallaron una gran cantidad de conchas y cuentas que hizo suponer a los investigadores que su familia la quiso mucho, a pesar de su corta existencia.
Recientemente se volvió a analizar el contenido del entierro infantil y se plantearon nuevas hipótesis alrededor de él.
En primer lugar, los investigadores suponen que la posición en la que enterraron a la bebé sugiere que los adultos la cargaron durante su corta vida en un portabebé decorado con conchas.
Por desgracia, la envoltura ya no se conserva. Sin embargo, los científicos suponen la existencia de una manta o cuero que servía para envolver al bebé debido a que las conchas que había alrededor poseen perforaciones. Este sería un indicio de que tales conchas se cosieron en la tela, piel o cuero.

El portabebé más antiguo
En un estudio de 2017, los investigadores habían estimado que para coser estas cuentas a la envoltura se necesitó mucho tiempo. Por lo tanto, también suponen que haber enterrado a la bebé con estos adornos no fue una decisión que se tomó a la ligera.
Además de estas suposiciones, habría otras que indican que todos estos adornos formaban parte de una manta o ropa interior. Pero la hipótesis con más peso es la del portabebé.
Existen suficientes evidencias para afirmar de que este es un antiguo portabebé. Por ejemplo, porque las piernas del infante están plegadas sobre el abdomen, ocultando muchas de las conchas. Por lo tanto, no se colocaron allí solamente como adornos funerarios sino que formaban parte de algo más. Es decir, adornaban una prenda del bebé o un portabebé que lo acompañó a lo largo de su corta vida.
Asimismo, algunas conchas están dispuestas en forma de curva alrededor del cuello de la bebé. Por esta razón los investigadores creen que trazaban el contorno de la envoltura que se perdió con el tiempo.
Otros análisis de las conchas muestran que los caparazones están desgastados, lo que sería un indicio de que se usó mucho tiempo antes de coserlos a la prenda.
Debido a que existen otros entierros infantiles en Europa que tendrían casi las mismas características que este, la hipótesis del portabebé se vuelve más fuerte. Además, en la actualidad aún existen comunidades indígenas que continúan cosiendo conchas a las prendas y portabebés de sus hijos. Lo que suma una muestra más de la posibilidad de que se trate del portabebé más antiguo que se encontró hasta ahora.
Referencias:
Ancient Burial of a Young Girl Shows How We Carried Our Babies 10,000 Years Ago: https://www.sciencealert.com/ancient-burial-of-a-young-girl-shows-how-we-carried-our-babies-10000-years-ago
The Ornaments of the Arma Veirana Early Mesolithic Infant Burial: https://link.springer.com/article/10.1007/s10816-022-09573-7