Un estudio reciente ha revelado por qué las ballenas no sufren demencia. Parece que estos cetáceos gigantes tienen una red de vasos sanguíneos capaces de prevenir los pulsos radiales que sufre el corazón al correr o nadar.
Esta red de nervios se encuentra en el cerebro y en la columna vertebral de las ballenas, y se conoce como “retia mirabilia” o “red maravillosa”.
Los zoólogos de la Universidad de Columbia Británica (UBC) que dirigieron este estudio ya habían visto la red de vasos sanguíneos hace varios años, pero no sabían qué hacía exáctamente. Fue gracias a la construcción de varios modelos informáticos que descubrieron que esta red reducía el daño de los pulsos del corazón.
¿Pero qué son exactamente estos pulsos?

En todos los mamíferos, la presión arterial promedio es mayor en las arterias (la sangre que sale del corazón) que en las venas. Esta diferencia en la presión impulsa el flujo de sangre en el cuerpo, y es lo que hace que llegue al cerebro.
Sin embargo, este delicado equilibrio sanguíneo se rompe cuando el mamífero se mueve. El simple acto de nadar, por ejemplo, hace que la sangre suba y baje con fuerza. A estos movimientos bruscos se les conoce como “pulsos” y pueden causar daños en el cerebro. Ya sea por falta de oxigenación en un momento determinado, o por un pico de presión en las arterias.
Los caballos son los que más sufren estos pulsos al galopar, pero a largo plazo la locomoción también puede conducir a la demencia en los seres humanos.
Hasta hace poco se creía que las ballenas también sufrían los efectos de estos pulsos bajo el agua, por el esfuerzo que conlleva mover sus aletas para nadar. Pero al parecer ellas pueden garantizar que no haya diferencia en la presión arterial usando solo sus grandes vasos sanguíneos de ballena.
¿Qué hacen las ballenas para evitar daños en el cerebro?
Esencialmente, en lugar de amortiguar los pulsos como la mayoría de los mamíferos, su red de vasos sanguíneos transfiere el pulso arterial a las venas antes de que ingrese al cerebro. De esta manera, nunca llega un pico de presión letal.
Para dar con este mecanismo, los investigadores crearon varios modelos por computadora del movimiento del corazón. Primero midieron cómo funcionaba este órgano en 11 especies de cetáceos diferentes, y luego pasaron esos datos biométricos a un programa de simulación.
«Nadar sí genera pulsos de presión internos, pero nuestro modelo demuestra que es posible evadirlos con un mecanismo de transferencia de pulsos”.
Dr. Wayne Vogl, profesor del departamento de ciencias celulares y fisiológicas de la UBC
Ahora que han dado con el secreto de las ballenas para tener una presión arterial envidiable, los investigadores esperan que este modelo pueda usarse en otros animales. Su objetivo a largo plazo es medir qué pasa con sus pulsos cuando se mueven para así poder prevenir futuros daños cerebrales en los humanos.
Quizás este estudio sobre las ballenas llegue a una posible cura para el Alzheimer.
Referencias:
Why whales don’t get brain damage when they swim? https://phys.org/news/2022-09-whales-dont-brain.html
Protecting the cetacean brain from locomotion-generated blood pressure pulses https://dx.doi.org/10.1126/science.abn3315