Hace miles de años, los humanos domesticaron a los animales que se convertirían en sus fieles compañeros: los perros. Ahora, un estudio descubrió que ese mismo vínculo podría forjarse entre humanos y lobos.

En concreto, la investigación encontró que, principalmente, los lobos jóvenes serían capaces de crear vínculos caninos con las personas. Es probable que estos animales vean a los humanos como una fuente de consuelo y protección.

Los hallazgos han generado un debate en la comunidad científica, ya que algunos investigadores apoyan el descubrimiento mientras que otros no estarían muy convencidos.

¿Los lobos podrían domesticarse?

Según el estudio, los lobos tendrían características similares a los perros que facilitaría la vinculación con los humanos.

A esta conclusión llegaron los investigadores luego de haber realizado un experimento conocido con el nombre de la Situación extraña. Este se creó con el fin de estudiar el apego entre bebés humanos y sus madres y serviría para medir cómo el nivel de estrés cambia el comportamiento de un sujeto cuando se reúne con su cuidador. En tanto más interacción haya, el vínculo sería más estrecho.

Los lobos no buscan la interacción con los humanos, por lo que para el experimento los investigadores debieron recurrir a cachorros de lobos. Estos cachorros recibieron mimos de sus cuidadores para volverlos un poco más dóciles. En total, el equipo crió a 10 lobos grises desde que tenían 10 días de edad.

Vía Pixabay.

La crianza fue un arduo trabajo ya que los investigadores debían pasar con los cachorros las 24 horas del día. Para atenderlos y alimentarlos, tuvieron que hacer turnos, incluso despertarse en la madrugada para darles sus biberones.

Al cumplir 23 semanas de nacidos, los investigadores llevaron a los cachorros uno por uno hasta una habitación vacía. A veces, el cachorro tenía que permanecer solo allí y a veces lo dejaban en compañía de un extraño.

Otra vez pero con esquimales

El mismo experimento se repitió pero con 12 lobos esquimales de Alaska de 23 semanas a los que habían criado de manera similar que a los lobos grises.

Los experimentos revelaron características parecidas a las de los perros en los lobos y también manifestaron deseo de estar cerca del humano que conocían y no así con el extraño. Es decir, tanto los lobos grises como los esquimales habían hecho distinción entre personas que conocían y las que no. Esta distinción sería señal de apego, dicen los investigadores.

Además, los lobos demostraron más contacto físico con sus cuidadores. Estos últimos les brindaban apoyo y consuelo, según comprobaron en el experimento.

Aunque los investigadores creen que sus hallazgos evidencian que sería posible que animales salvajes formen fuertes lazos con los humanos, muchos colegas no piensan lo mismo.

Algunos científicos ya hicieron experimentos con lobos y sus resultados mostraron que estos no hacían distinción entre cuidador y extraño.

Mientras que otros científicos creen que el experimento del nuevo estudio no estaba bien diseñado y eso lo hace menos convincente, ya que lo que se vio en el experimento no es señal de que los lobos sean iguales a los perros.

Quizás esas cosas que tengan en común ayuden a comprender cómo hicieron los antiguos humanos para domesticarlos.

Referencias:

Can wolves bond with people like dogs do?: https://www.science.org/content/article/can-wolves-bond-people-dogs-do

Human-directed attachment behavior in wolves suggests standing ancestral variation for human–dog attachment bonds: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ece3.9299

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