La canción Baby Shark fue un éxito viral en 2019, y aún sigue siendo muy popular entre los niños. Pero ciertamente es una canción molesta. 

Basta con escucharla un par de veces para ya no querer saber nada más sobre el tema. Aunque seguramente nadie pensó en su momento que Baby Shark podría convertirse en un mecanismo de tortura o algo parecido. Después de todo, estamos hablando de una canción infantil.

Pues bien, parece que en la medianoche del 23 de noviembre de 2019 el Centro de Detención de Oklahoma decidió incorporar esta canción infantil a su lista de métodos de tortura. Y desde entonces, se ha utilizado en más de una docena de reclusos.

Uno de ellos, John Basco, falleció este domingo 11 de septiembre a sus 48 años tras sacar a la luz que él y sus compañeros fueron forzados a escuchar esta canción en bucle durante varias horas. Pero de una manera que a cualquiera le resultaría desagradable, incluso a los mayores fanáticos de este vídeo viral.

Basco es el decimocuarto recluso que muere en esa prisión este año.

¿Cómo son las torturas con Baby Shark? 

John Basco, la última imagen que se tiene de este recluso antes de su muerte / Créditos: El Diario NY

El Washington Post informó en 2021 que los guardias esposan a los reclusos a las 3:15 a.m y los llevan a una habitación vacía. Una vez allí, estos deben permanecer de pie durante varias horas mientras escuchan Baby Shark a todo volumen.

La canción rebota por las paredes de la habitación y les impide pensar con claridad. De hecho, algunos reclusos de otras celdas aseguraron que puede escucharse Baby Shark por los pasillos, a varios metros de distancia. 

A raíz de esto, las víctimas de la supuesta tortura sufren mareos y otros abusos para evitar que hablen sobre el tema. 

Por ejemplo, el recluso John Basco fue hallado inconsciente en su celda tres días después de haber sido registrado en el centro de detención. Los servicios de emergencia intentaron reanimarlo pero fue declarado muerto a las 4:06 a. m de ese domingo.

Joseph Mitchell y Daniel Hedrick por otro lado, otros dos oyentes del Baby Shark, recibieron varios golpes después de la supuesta tortura.

Todavía se desconoce que impulsa a los guardias a usar esta canción

Se sabe que tanto Basco como Michell y Hendrick tenían demandas previas contra la administración penitenciaria. Pero pocos piensan que Baby Shark se algún tipo de venganza personal hacia los reclusos, pues la canción infantil sonó en otras ocasiones.

Otro prisionero, identificado como Brandon Newell, también tuvo que oír Baby Shark por dos horas como una forma de tortura. Sin embargo, no se unió a la demanda porque sus cargos previos por asesinato se lo impidieron.

Caso similar al que ocurrió con Ja’Lee Foreman, otro recluso del Centro de Detención de Oklahoma que en noviembre de 2019 casi fue torturado con Baby Shark. Pero varios disturbios en otra zona de la cárcel desviaron la atención de los guardias y pudo salvarse. Con lo cual no podía declarar en defensa de sus compañeros.

Los abogados de los demandantes aseguraron que las condiciones descritas son similares a las de una tortura excesiva y sin ningún propósito gubernamental o penológico legítimo. Así que el Centro de Detención de Oklahoma debe sustituir a los dos guardias implicados: Gregory Cornell Butler Jr. y Christian Charles Miles. Al igual que a su supervisor, Christopher Raymond, acusado ​​de delitos menores de crueldad y conspiración.

Pero nada asegura que Baby Shark desaparezca completamente de esta cárcel o que no haya otra canción viral con el potencial de ser un mecanismo de tortura. 

Referencias:

Man Who Sued Over Alleged ‘Baby Shark’ Torture Found Dead in Jail Cell https://gizmodo.com/baby-shark-oklahoma-torture-jail-1849529662 

Presos denuncian que fueron torturados con la canción de “Baby Shark” https://www.eltiempo.com/mundo/eeuu-y-canada/torturaban-por-horas-a-reclusos-con-la-cancion-baby-shark-630249 

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