Tener un abuelo, un padre o un familiar recluido en una residencia es duro. Estarás todo el día pensando en si está comiendo bien, si se ha levantado de la cama o si no se siente solo. Pero te aseguramos que las personas mayores en las residencias nunca se aburren.
Para demostrarlo, unos investigadores pasaron 312 horas observando la rutina de 39 residentes australianos de la tercera edad. Y lo que descubrieron con su estudio fue que las personas mayores en estos centros aman hacer dos cosas la mayor parte del tiempo: hablar y estar físicamente activos.
Un día en la rutina de los adultos mayores residentes

Cuando no hay visitas, las personas dentro de estos centros siguen un horario muy agitado desde la mañana hasta la noche.
Todo inicia con el desayuno. Los residentes se despiertan por la mañana, entre las 6 y las 8, para ir a desayunar. Se quitan su bata o pijama,con ayuda del personal de cuidado, y se preparan para empezar el día.
Una vez vestidos y desayunados, inicia la primera interacción social. Los adultos mayores van a la sala de estar que hay en la residencia solo para hablar con otras personas. Da igual si son residentes o si pertenecen al personal encargado de su cuidado.
El equipo se dio cuenta que muchos adultos mayores ignoraban las actividades que organizaban las residencias (sesiones de yoga, talleres, etc), pero no dejaban pasar una buena charla.
“Las conversaciones eran raras, breves y principalmente centradas en el cuidado físico. Pero parecían entretenidas”.
Johanna Westbrook, directora del Centre for Health Systems and Safety Research en Australia
Antes de regresar al comedor para el almuerzo, los residentes vuelven a sus propias habitaciones para recuperarse. Básicamente para estirar las piernas, recostarse o tomarse una siesta si así lo desean.
Luego llega la hora del almuerzo, donde vuelven a realizar una segunda interacción social con los residentes o el personal a cargo.
Después del almuerzo, hay otra sesión de actividades musicales y deportivas. Las personas mayores pueden decidir si quieren participar o si, por el contrario, prefieren caminar por la residencia hasta la hora de la cena. Momento en el que tendrá lugar su última interacción social antes de ir a la cama.
Así es la vida dentro de las residencias de ancianos.
Los investigadores descubrieron que, en promedio, los residentes pasaban más de la mitad del día hablando. Y el resto de horas disponibles estaban destinadas a caminar, descansar, comer o realizar alguna actividad recreativa.
Las residencias como centros para socializar

Con esta información, el equipo concluyó que la necesidad de conversar estaba asociada al bienestar del residente en el centro. De hecho, era su parte favorita del día según comentaron algunos entrevistados.
Una respuesta bastante lógica pues todos sabemos que los seres humanos somos criaturas sociales que buscan relacionarse con otros para estar más seguros y felices.
Por supuesto, esta es solo la rutina de los adultos mayores en las residencias de Australia, no puede extrapolarse a todos los centros de atención alrededor del mundo. Pero este estudio ha dejado clara una cosa: la soledad en las residencias puede ser fatal para las personas mayores.
Así que todos los centros deberían garantizar al menos:
- Una mayor dotación de personal para que los adultos mayores pasen poco tiempo solos.
- Actividades grupales que fomenten las interacción entre residentes.
- Y espacios sociales para pasar el rato entre una comida y otra.
Si nos preocupa el bienestar de ese abuelo, padre o familiar, intentemos buscar residencias que aseguren una buena charla al día como mínimo. O en su defecto, buscar otros servicios que les ayuden a no sentirse solos.
Referencias:
What do aged care residents do all day? We tracked their time use to find out https://medicalxpress.com/news/2022-09-aged-residents-day-tracked.html
Social interactions and quality of life of residents in aged care facilities: A multi-methods study https://doi.org/10.1371/journal.pone.0273412