Las pruebas de aliento o pruebas de alcoholemia se usan para determinar el nivel de alcohol ingerido por los conductores. Y también, para imponer las debidas sanciones en caso de superar la tasa permitida al volante.

Este procedimiento fue inventado en 1931 por un bioquímico de la Universidad de Indiana, llamado Dr. Rolla N. Harger. Pero desde su invención, las pruebas de alcoholemia nunca han sido obligatorias. 

Aunque los conductores no pueden negarse a una prueba así cuando un oficial se lo solicita, esto rara vez ocurre. Por lo general, el alcoholímetro se saca cuando ya se produjo una colisión. 

Sin embargo investigadores de Japón han descubierto que, con una implementación adecuada, las pruebas de alcoholemia pueden ser muy útiles para evitar al menos la conducción imprudente. 

Las pruebas obligatorias en Japón han espantado a los conductores ebrios

Créditos: Cdn

Después de varios choques trágicos, conducir ebrio comenzó a ser un delito en Japón. En consecuencia, el gobierno introdujo varias medidas preventivas para evitar el alcoholismo al volante. Como por ejemplo sanciones al conductor, tarifas extra para los pasajeros y, por supuesto, pruebas de alcoholemia obligatorias. 

Actualmente, los conductores comerciales que transportan pasajeros o mercancías en Japón deben realizar una prueba de alcoholemia al comienzo y al final de su turno. Esto con la finalidad de evitar que beban mientras conducen. 

Sus protocolos son bastante estrictos, pero han dado muy buenos resultados desde la aprobación del decreto en 2011.

Una revisión reciente reveló que la tasa de conductores ebrios se redujo en un 50% en Japón. Lo que quiere decir que las pruebas de alcoholemia obligatorias podrían acabar, en teoría, con la temida situación de encontrarse con un conductor en estado de ebriedad. 

Pero reducir la alcoholemia al volante no previene la cantidad de accidentes 

Vía Pexels

Ahora bien, durante esta revisión los investigadores también revelaron un dato sorprendente. Al parecer, las tasas de colisión relacionadas con el alcohol no se redujeron después de la imposición de las pruebas de alcoholemia obligatorias.

De hecho, los conductores sancionados en promedio sufrían tantos accidentes como los conductores que no pasaban por el alcoholímetro. 

Solo hubo una leve reducción en 2001, cuando las sanciones legales por conducir ebrio comenzaron a endurecerse.

¿Qué significa todo esto? Pues que las pruebas obligatorias solo ayudan a reducir la conducción bajo los efectos del alcohol, no los accidentes.

Los investigadores creen que podrían potenciarse los efectos positivos de las pruebas de alcoholemia obligatorias. Pero para ello tendría que cambiarse el decreto oficial dictado por el gobierno japonés.

Basándose en sus hallazgos, ellos creen que debería usarse el alcoholímetro también en conductores no comerciales (propietarios que no se dedican a transportar pasajeros o mercancías). Esto debido a que pueden desencadenar una colisión accidental con otros conductores no alcoholizados.

Además, piensan que debería reforzarse el control de las pruebas de alcoholismo en algunas regiones, pues hay conductores que simplemente llaman por teléfono para informar si están sobrios o no.

En definitiva, no está claro todavía si las pruebas obligatorias son mejores o peores que los test regulares. Lo único que sabemos es que tienen el potencial de evitar un estado de ebriedad al volante.

Referencias:

Just how effective is mandatory breath testing at stopping drunk driving in Japan? https://medicalxpress.com/news/2022-09-effective-mandatory-drunk-japan.html 

Trend in alcohol-related crashes before and after the introduction of mandatory breath testing among commercial truck drivers https://dx.doi.org/10.2188/jea.JE20220054

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