Loas huevos del tricocéfalo se pueden detectar bajo el microscopio incluso si ya pasaron 9 mil años de su ovoposición. Es lo que demostraron estos investigadores de la Universidad de Copenhague y sus colaboradores del Instituto Wellcome Sanger en el Reino Unido al crear el genoma del parásito tricocéfalo partiendo de huevos que permanecieron dentro de heces vikingas.

El estudio de estos investigadores se publicó en la revista Nature Communications. En su artículo comentan cómo fue el proceso de creación del genoma de estos parásitos humanos.

Para secuenciar el genoma, los científicos usaron tanto huevos de tricocéfalos de las heces vikingas de 2500 años de antigüedad como huevos modernos.

Pero con el estudio, también se pudo comprender un poco más sobre la relación del parásito tricocéfalo o Trichuris trichiura y los humanos. Según descubrieron los investigadores, humanos y parásitos interactúan desde hace miles de años. Además, el parásito pudo adaptarse para infectar a nuevas personas con una estrategia de supervivencia que le permite no ser repelido por nuestro organismo. La vía de transmisión del parásito es fecal-oral; los huevos de estos gusanos microscópicos pueden permanecer en el suelo y luego propagarse al agua potable o los alimentos.

Debido a las condiciones sanitarias de la antigüedad, estos parásitos se propagaban con mayor facilidad. En las poblaciones actuales de los países industrializados este parásito es raro, sin embargo sigue estando presente en los países en desarrollo. Se estima que el parásito afecta a 500 millones de personas en dichos países subdesarrollados.

El tricocéfalo es capaz de producir una enfermedad grave en personas con desnutridas o con un sistema inmunitario deteriorado. Por lo tanto, el último mapeo del tricocéfalo realizado por estos investigadores podrá apoyar el diseño de medicamentos antiparasitarios más efectivos. De este modo se podrá prevenir la propagación del parásito en las zonas olvidadas del planeta.

Vía Depositphotos.

Creación del genoma del parásito tricocéfalo

Los investigadores examinaron el material genético de los parásitos tricocéfalos mediante el estudio de los huevos de estos gusanos. Estos huevos tienen una capacidad única de conservación a lo largo del tiempo debido a la quitina presente en sus cápsulas. Dicha capacidad es lo que hace que el ADN presente en el interior de los huevos se conserve intacto por miles de años.

Con la examinación de letrinas de asentamientos vikingos en Viborg y Copenhague, los investigadores aislaron los huevos bajo un microscopio. Luego procedieron al análisis genético y con estos datos pudieron mapear completamente el genoma de huevos de tricocéfalos.

Hasta ahora, han examinado muestras arqueológicas de heces de varios lugares. Y la muestra más antigua analizada corresponde a huevos de parásitos de 9000 años de antigüedad.

Con todas esas muestras genéticas antiguas pudieron hacer una comparación con muestras contemporáneas de personas con tricocéfalos de todo el mundo. Esto proporcionó a los investigadores un panorama más amplio del genoma del parásito tricocéfalo y su evolución durante miles de años.

Esta comparación permitió a los investigadores descubrir que estos gusanos se extendieron desde África al resto del mundo junto a los humanos hace unos 55 mil años.

Referencias:

Eggs in viking poop yield whipworm genome: https://www.futurity.org/viking-poop-trichuris-trichiura-whipworm-eggs-2794952-2/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=viking-poop-trichuris-trichiura-whipworm-eggs-2794952-2

Population genomics of ancient and modern Trichuris trichiura: https://www.nature.com/articles/s41467-022-31487-x

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