Existe una creencia generalizada de que hay razas de perros más agresivas que otras. Sin embargo, no habría evidencia suficiente que confirme que eso es así. Todos los perros tienen el potencial de morder por lo que los incidentes de mordeduras puede tener a cualquier raza como protagonista, por esa razón es importante saber cómo actuar para reducir estos episodios.
En principio, lo que se debe hacer es comprender las razones por las que los perros muerden. Esta sería la clave para la prevención.
Por otro lado, es importante tener en cuenta el propósito para el que se crió originalmente un perro. Esta podría ser una guía útil para predecir cómo será el comportamiento de un perro.
A veces la mordida de un perro puede ser un último recurso y surge por miedo, dolor o frustración.
Además, los perros pueden morder por la influencia una combinación de genética, experiencia y entrenamiento. Por lo tanto, un perro puede comportarse de forma agresiva porque ha sido entrenado previamente simplemente por estatus o para proteger a su guía.
Por otra parte, otros perros están más predispuestos genéticamente al miedo y la ansiedad o la agresión.
Pero, la mayoría de los casos los incidentes de mordeduras de perros están vinculados con el error humano, por esa razón se puede actuar para reducir esos episodios.

Consejos para reducir los incidentes de mordeduras de perros
Cuando hablamos de error humano, nos referimos a que a veces somos nosotros los que agravamos una situación de conflicto porque no sabemos reconocer las señales de alerta que aparecen en el lenguaje corporal del perro y su comportamiento.
La mayoría de los casos de mordeduras se han presentado en niños menores de 10 años. Esto lleva a pensar que los niños de esas edades tienen dificultades para reconocer si un perro está temeroso u otras señales de advertencia.
En cuanto a las acciones que podemos seguir para reducir los incidentes de mordeduras de perros, es importante ser conscientes de que tenemos la obligación legal de controlar el comportamiento de los perros a nuestro cuidado.
También es nuestra responsabilidad ayudarlos a adaptarse y aprender habilidades para la vida cotidiana en la sociedad humana.
En lugar de castigar a un perro por su mal comportamiento, lo ideal es entrenarlo basándonos en recompensas. Este entrenamiento apoya los lazos entre humanos y perros.
Por otro lado, para las interacciones con los perros sean más seguras hay que tener más conciencia sobre la forma en que ellos comunican el estrés y el miedo. Por lo tanto, los padres deben educarse para poder manejar los encuentros entre sus hijos y los perros. También se puede enseñar a los niños sobre los comportamientos caninos básicos y cómo actuar si un perro los asusta. Es decir, mantenerse erguido, cruzar los brazos y no tratar de escapar corriendo de la situación.
Otro punto importante es elegir un perro de compañía que se adapte a nuestro estilo de vida, al que podamos proporcionarle actividades y enriquecimiento que complementen sus instintos naturales.
Referencias:
Much-loved dog breeds are just as likely to bite as banned ones – here’s how to stop them: https://theconversation.com/much-loved-dog-breeds-are-just-as-likely-to-bite-as-banned-ones-heres-how-to-stop-them-188912
Much-loved dog breeds are just as likely to bite as banned ones. Here’s how to stop them: https://phys.org/news/2022-09-much-loved-dog.html