Tinder está cumpliendo 10 años. Eso significa que ha pasado un tiempo desde que los usuarios descubrieron por primera vez la emoción que implica deslizar el dedo a la derecha o la izquierda. A pesar de los lazos que ha ayudado a crear esta app, también ha servido de semillero para bots y spam. Y sin contar los estafadores que suelen inundar la app de citas.
No es sorpresa entonces que miles de personas hayan acudido a la FTC para denunciar que fueron estafadas a través de Tinder durante la pandemia. Muchos usuarios inocentes, vedados por la idea de encontrar el amor, fueron estafados con decenas de miles de dólares. De hecho, varios fueron convencidos de dejar la información de su tarjeta de crédito. Incluso amenazados cuando ya no querían pagar sus tarifas. Tinder tardó hasta el año pasado en introducir la verificación de identidad a nivel global, pero sigue siendo voluntaria para la mayoría de los usuarios. Así que no es sorpresa que luego Netflix sacara un documental como el The Tinder Swindler. Un claro reflejo de la crisis de seguridad de plataformas como esta.
La aplicación de citas que se enfrenta a los estafadores del amor
Por fortuna, hace poco surgió una aplicación de citas con un enfoque novedoso para lidiar con estafadores y bots en su plataforma: los enfrenta unos contra otros. Brian Weinreich, cofundador de Filter Off (un sitio de citas centrado en videos), explicó en una publicación de blog de agosto cómo funciona la app. Allí comentó que, cuando un potencial estafador se registra por primera vez en el sitio, lo colocan en el llamado «grupo oscuro de citas» de otros usuarios.
El desarrollador también destacó que su equipo inundó el grupo con bots de chat basados en GPT-3. Y que recopiló los ejemplos más divertidos de estafadores que intentan estafar a otro ser sin compasión ni amor.

Weinreich escribió que todos los chats están encriptados y que «se equivocan por precaución» cuando colocan a los usuarios en el grupo oscuro de citas, esto también podría significar que algunos estafadores se cualan. En una entrevista con TechCrunch, Weinreich dijo que usaron algoritmos que clasifican las cuentas en función de cómo los usuarios de estafas se registran con mayor frecuencia en la aplicación. Lo más curioso de todo es que estos estafadores intentaron estafarse unos a otros discutiendo sobre quién debe enviar una tarjeta de regalo de $40. Netflix, ¿este es un reality con potencial?
Weinrich también le comentó esto a TechCrunch: «Probablemente tenemos más de 1.000 estafadores que conozco que están hablando activamente solo con bots».
Más allá de la gran idea de la app de citas con los estafadores, debemos destacar que leer esos registros de chat publicados entre el bot y el estafador da más años de vida. Así que enhorabuena por esos pequeños villanos que al fin recibieron una probada de sus mensajes manipuladores. A cada estafador de Tinder le llega su chat con otro estafador.