La identidad de género de un hijo es un tema sumamente delicado, pues muchas veces su percepción personal no coincide con el sexo biológico asignado.
Eso lo saben a la perfección los padres trasgénero, y justo por eso es que muchos de ellos no suelen darle a sus niños una “etiqueta de género”. En su lugar, prefieren esperar a que sean los pequeños los que exploren su propia identidad, sin ningún tipo de atadura social.
O al menos eso es lo que indica la nueva investigación del Penn State y Guilford College sobre el rol de los padres trasgénero.
“Hay que esperar a los hijos”

Los resultados de esta nueva encuesta sugieren que muchos padres transgénero no se ajustan a las expectativas sociales. Esto debido a que creen que los niños menores a seis años no se sienten identificados con un género todavía, por lo que no ven apropiado imponerles juguetes masculinizados o feminizados.
Así como tampoco ven lógico asignarles pronombres de género durante los primeros años de vida.
El equipo entrevistó para este estudio a padres transgénero binarios y no binarios de todo Estados Unidos. Sin embargo no vieron ninguna diferencia entre la opinión de unos y otros.
Para ambos grupos familiares, los primeros seis años deberían estar destinados a la exploración del género. Y los padres deberían ofrecer a sus hijos entornos de apoyo en lugar de forzar una identidad de género.
¿A qué se refieren con esto? Pues a cosas tan simples como evitar asignarle un género a su hijo en todo momento.
El equipo encontró que el 41% de los participantes no informaron nunca la identidad de género actual de su hijo durante la encuesta. En su lugar, eligieron «desconocido» o describieron la personalidad del niño en cuestión.
La identidad de género después de los 6 años
Sin embargo, lo más curioso de este estudio fue el vínculo que descubrieron los investigadores entre la edad del niño y la probabilidad de etiquetarlo.
A medida que el niño crece, es más probable que los padres transgénero le etiqueten con algún pronombre. No por intentar coartar su libertad, sino porque ya han llegado a una edad escolar en la que es difícil vivir sin una identidad de género.
Durante este estudio no se tomó en cuenta la manera en la que socializan los niños de estas familias. Lo único que se midió fue la opinión de los padres y la expresión de género de los niños (su interés en juguetes, actividades y programas masculinizados o feminizados). Sin embargo, el equipo considera que, efectivamente, las primarias y secundarias fuerzan una identidad.
Por lo tanto, aunque a muchos padres tansgénero les cuesta elegir el género de sus hijos pequeños, en algún punto tendrán que tomar la decisión.
¿Retrasar o no la identidad de género de los hijos?

Con la publicación de estos hallazgos, han llegado también muchas críticas. Algunos creen que los padres trasgénero están impulsando esta idea para convertir a sus hijos.
Sin embargo, este estudio sugiere que la identidad de género de los padres no tiene nada que ver con la expresión de género de los hijos.
Investigaciones anteriores han demostrado que confundir el género, o etiquetar incorrectamente la identidad de género de alguien, a menudo daña la salud mental y física de esa persona. Por lo que es normal que muchos padres se preocupen al escuchar esto. Más aún si lo han experimentado.
En ningún momento se consideró la idea de sugerir que se “retrasara” la identidad de género de los hijos para que así pudieran formarse una percepción propia de su persona.
Lo único que buscaban los investigadores con este estudio era informar sobre otro tipo de crianza.
Referencias:
Many transgender parents hesitate to label young children’s gender identity https://medicalxpress.com/news/2022-09-transgender-parents-hesitate-young-children.html
Gender Identity Labels and Gender Expression of Young Children With Nonbinary or Binary Transgender Parentshttps://dx.doi.org/10.3389/fpsyg.2022.916088