Hay personas que piensan que, al compartir noticias en redes sociales, conocen el contenido que comparten, incluso si no lo han leído o solo han visto un titular. Esto es muy usual, ya que al compartir las personas sienten confianza porque se consideran tan informados como su publicación los hace parecer.

De acuerdo con un nuevo artículo de Susan M. Broniarczyk y Adrian Ward (profesores de marketing en la Universidad de Texas), esto es especialmente cierto cuando se comparte con amigos cercanos.

La investigación puede revisarse en el Journal of Consumer Psychology. Estos hallazgos son muy relevantes, sobre todo en un mundo en el que es sencillo compartir cosas en línea sin haberlas leído. Los datos recientes del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo muestran que solo el 51% de los consumidores que “leen” una noticia en línea realmente leyeron el artículo completo. En cambio, el 26% solo leyó una parte y el 22% miró solo el titular o unas pocas líneas.

Broniarczyk, Ward y Frank Zheng, un doctorado en marketing de McCombs, realizaron varios estudios que respaldan su teoría. En uno inicial, los investigadores presentaron a 98 estudiantes universitarios un conjunto de artículos de noticias en línea y les dijeron que eran libres de leer, compartir o hacer ambas cosas según lo consideraran conveniente. Los titulares incluyeron «¿Por qué las palomitas de maíz cuestan tanto?» y «Carnes rojas vinculadas al cáncer».

¿Qué encontraron en el estudio sobre compartir artículos sin haberlos leído?

Después, los investigadores midieron el conocimiento subjetivo y objetivo de los participantes para cada artículo: lo que ellos creían saber y lo que realmente sabían. Descubrieron que la lectura de artículos condujo a aumentos tanto en el conocimiento objetivo como subjetivo. Sin embargo, compartir artículos también predijo aumentos en el conocimiento subjetivo, incluso si los estudiantes no habían leído lo que eligieron compartir. Por lo tanto, estos carecían de conocimiento objetivo sobre el contenido de los artículos.

En un segundo estudio, las personas que compartieron un artículo sobre la prevención del cáncer llegaron a creer que sabían más sobre el cáncer que las que no, incluso si no habían leído el artículo.

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Vía Unsplash

Tres estudios adicionales hallaron que este efecto se produce porque las personas internalizan lo que comparten en el autoconcepto. En otras palabras: les lleva a creer que tienen tanto conocimiento como sus publicaciones los hacen parecer.

Y, en un estudio final, los investigadores pidieron a 300 usuarios activos de Facebook que leyeran un artículo sobre «Cómo empezar a invertir: una guía para principiantes». Luego de ellos, les asignaron a los estudiantes a un grupo de compartir o no compartir. Se les pidió a los participantes que miraran todas las publicaciones y eligieran una para compartir en su página de Facebook.

A continuación, en una tarea supuestamente no relacionada, una simulación de planificación de jubilación asistida por robo informó a los participantes que asignar más dinero a las acciones se considera «más agresivo» y a los bonos «más conservador». Y recibieron una recomendación de inversión personalizada en función de su edad. Por tanto, aquellos que compartieron artículos tenían el doble de probabilidades de correr más riesgos de los recomendados por el robo-advisor.

Las personas se arriesgan cuando creen tener más conocimientos

“Cuando las personas sienten que tienen más conocimientos, es más probable que tomen decisiones más arriesgadas”, según Ward.

La investigación también muestra que las empresas de redes sociales tienen méritos porque han logrado formas de alentar a las personas a leer artículos antes de compartirlos.

Broniarczyk comenta al respecto: “Si las personas se sienten más informadas sobre un tema, también sienten que tal vez no necesiten leer o aprender información adicional sobre ese tema. Este sentido de conocimiento mal calibrado puede ser difícil de corregir”.

Esperamos que esto haga reflexionar a las personas que deciden compartir noticias sin haberlas leído antes.

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