La vida está llena de obstáculos, y eso es algo que debemos aceptar. Un día puede que solo tengamos que calentar nuestro desayuno, pero al día siguiente quizás seamos nosotros quienes tengan que lavar, cortar y cocinar ese desayuno. Lo único que podemos hacer es aprender de nuestros errores e intentar superarlos. ¿O tal vez no?
Un nuevo estudio realizado por el Instituto Picower reveló que existen dos regiones en el cerebro de los mamíferos que se activan cuando una tarea se complica. Esto con la finalidad de cambiar las reglas del juego y ayudarnos a superar fácilmente ese desafío.
El cerebro es siempre nuestro mejor aliado

Los científicos descubrieron estas regiones tras estudiar por ocho años a un grupo de ratones de laboratorio.
Cada vez que el equipo añadía nuevos pasos a una tarea, como recorrer un laberinto o buscar una golosina, los ratones se adaptaban rápidamente. Después de agregar más de diez pasos, los científicos comenzaron a sospechar que debía haber algo que facilitaba la adaptación, por lo que analizaron las cortezas cerebrales de los roedores con una resonancia magnética.
Fue así que notaron dos regiones del cerebro que estaban actualizando la comprensión de los ratones tras cada tarea:
- La corteza cingulada anterior (ACC), que reconocía cuando los ratones no estaban ejecutando bien la tarea.
- Y la corteza motora (M2), que modificaba sus células y circuitos neuronales para ajustarse a los nuevos pasos.
Estas dos regiones del cerebro también se activan en los seres humanos

Investigaciones anteriores ya habían sugerido que otros mamíferos, entre ellos nosotros, experimentaban cambios en los circuitos neuronales cuando superaban un desafío. Sin embargo, esta es la primera vez que la ciencia le pone nombre a las regiones que nos han ayudado durante tantos años a tomar decisiones secuenciales.
Las decisiones secuenciales son, a groso modo, la manera en la que analizamos cómo el entorno y las decisiones pasadas afectan al presente. Y además, cómo la decisión presente afectará a las decisiones futuras.
Por ejemplo, sacar el paraguas en la calle dependerá, primero, de si hemos escuchado que lloverá hoy y no queremos volver a mojarnos (decisiones pasadas). Y segundo, de si llevar un paraguas al trabajo será una buena idea (decisiones futuras).
Existen muchos diagramas que muestran cuántos pasos seguimos para culminar una simple tarea, porque la mayor parte del tiempo lo que ejecutamos son decisiones secuenciales. Así que estas dos regiones del cerebro son mucho más importantes de lo que parecen.
Cuando los científicos inhabilitaron la “quimiogenética” de la ACC, las ratas se volvieron incapaces de superar las tareas que implicaban más de dos pasos.
“Las ratas tenían que meter la nariz en una secuencia de dos agujeros. Los roedores con ACC silenciados tardaron mucho más en darse cuenta del cambio de regla. No se dieron cuenta de que era necesario el segundo golpe”.
Daigo Takeuchi, investigador en el Instituto Picower
Esta misma niebla mental ocurrió cuando los científicos silenciaron los terminales de las células en la corteza M2. Con lo cual ambas regiones del cerebro parecen ser esenciales para culminar una tarea, ya que la actividad de la corteza cingulada estimula a las células motoras.
Las implicaciones de este estudio no solo son importantes para comprender cómo funcionan las decisiones secuenciales, sino también para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).
Aunque quizás el mayor aporte nos lo llevemos nosotros, pues ahora sabemos que nuestro cerebro acabará adaptándose a cualquier problema después de un par de intentos.
Referencias:
When a task adds more steps, this circuit helps you notice https://medicalxpress.com/news/2022-08-task-circuit.html
Cingulate-motor circuits update rule representations for sequential choice decisions https://dx.doi.org/10.1038/s41467-022-32142-1