El café es una bebida increíble y nunca nos cansaremos de recordarlo. Cientos de estudios han demostrado que tomar tres tazas de café al día puede mejorar drásticamente nuestra salud cardiovascular e intestinal, evitando la aparición de enfermedades como la demencia o el cáncer.
También hay revistas científicas que aseguran que el café mejora nuestro rendimiento físico al momento de hacer ejercicio, y nos ayuda a dormir mejor en las noches. Con lo cual pareciera que el café es una bebida milagrosa, y ciertamente lo es, pero no en todas sus presentaciones.
Los nutrientes que recibimos cuando tomamos un capuchino no son iguales a los que reciben aquellos que solo consumen el café solo o con azúcar. Nuestras preferencias por el café pueden ser determinantes para nuestra flora intestinal a largo plazo. Es por eso que deberíamos tener en cuenta cuáles formatos son buenos para la salud, y cuáles no.
Empecemos por los cafés “buenos” para la salud intestinal

Ali Rezaie, un gastroenterólogo del Centro Médico Cedars-Sinai, afirmó recientemente que los granos de café son estimulantes naturales para el microbioma intestinal. Lo que quiere decir que mantienen a las bacterias de nuestra flora en constante movimiento, evitando así el estreñimiento y la gastritis.
Un estudio en ratones reveló además que el crecimiento de bacterias y otros microbios se puede suprimir con el consumo de dos o tres tazas de café al día. Esto independientemente de que sea café puro o descafeinado.
Aquí lo importante es que no se mezclen los granos de café con otros ingredientes o aditivos, en especial con la leche.
La mezcla de los taninos del café con la caseína de la leche es algo absolutamente indigesto, por lo que nuestras enterobacterias (las probióticas) pueden morir a causa de esta sustancia. Y como resultado, ocasionar un reflejo gastrocólico en el estómago, es decir, espasmos desagradables acompañados por una mayor acidez estomacal.
Así que, a groso modo, el café solo es el único que puede mejorar la salud intestinal, ya que las bacterias pueden adquirir directamente los nutrientes de los granos.
“Las especies bacterianas de los grandes bebedores de café eran más abundantes y estaban distribuidas de manera más uniforme en todo el intestino. Además, eran más ricas en propiedades antiinflamatorias y considerablemente menos propensas a incluir Erysipelatoclostridium, un tipo de bacteria relacionada con anormalidades metabólicas y obesidad”.
Hana Kahleova, doctora en el Colegio Americano de Gastroenterología en San Antonio, Texas
Aunque es posible que el café con edulcorantes también sea beneficioso para nuestra flora, pues ningún estudio hasta la fecha lo ha vinculado con las consecuencias negativas que sí que tiene el café con azúcar.
Entonces ¿cuáles son los cafés “malos”?

Basándonos en estos hallazgos, podríamos decir que todos los tipos de café que tienen un exceso de leche o azúcar.
El café con azúcar no ayuda a limpiar el estómago, por lo que beber a diario esta mezcla puede disminuir la tasa de eliminación natural de algunas toxinas presentes en los intestinos. O en otras palabras, impulsar el regreso de las bacterias del colon al intestino delgado.
A este fenómeno se le conoce como “sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado”,o S.I.B.O por sus siglas en inglés, y es altamente peligroso para el organismo. Básicamente porque las bacterias colónicas acaban robándose los nutrientes de los alimentos que consumimos, y si la mayoría es azúcar, entonces pueden multiplicarse como conejos unicelulares y traer enfermedades.
Por supuesto, este proceso no va a ocurrir por una taza de café. Al igual que tomar un capuchino, un latte o un simple café con leche no va a arruinar todos nuestros esfuerzos por mejorar la salud intestinal. Pero es importante que tengamos en cuenta la cantidad que tomamos a diario.
Si bien todavía no tenemos claro todos los mecanismos detrás de cómo el café mejora nuestra salud, hay una cosa que sí está comprobada: la dosis mínima recomendada para beneficiarnos de sus propiedades son dos tazas.
Así que, si no podemos renunciar a nuestra preferencia por ciertos tipos de café, al menos intentemos variar un poco la dieta. En lugar de dos capuchinos, por ejemplo, podemos mezclar un capuchino y un café solo.
Referencias:
This Coffee Hack Could Improve your Gut Health and Make You Live Longer https://www.inverse.com/mind-body/coffee-gut-health-longevity
Association of Sugar-Sweetened, Artificially Sweetened, and Unsweetened Coffee Consumption With All-Cause and Cause-Specific Mortality https://doi.org/10.7326/M21-2977