En un principio se pensó que era el COVID-19 el que había desencadenado la ola de hepatitis infantil en varias partes del mundo, sin embargo dos recientes estudios encontraron que un virus adenoasociado podría ser el verdadero culpable.
Los dos estudios en cuestión se habían desarrollado de manera independiente, pero con resultados similares.
Ambos encontraron que un responsable misterioso había disparado los casos de hepatitis infantil: un virus adenoasociado 2.
El virus adenoasociado 2, o AAV2, afecta a la mayoría de las personas en los primeros años de la infancia, pero no causa ninguna enfermedad. Al menos era lo que se pensaba hasta ahora.
El AAV2 es bastante inusual porque solo puede replicarse en presencia de otros virus, como un adenovirus o un virus del herpes.
Por eso no estaba claro si AAV2 era el responsable directo de muchos de los casos de hepatitis infantil o simplemente un indicador de infección por un adenovirus.

Dos estudios que hallaron un punto en común: AAV2
Los dos estudios coinciden en que el AAV2 u otro virus podría estar causando daño hepático en los niños. El daño, dicen los investigadores, sería causado por un mecanismo inmunitario desconocido en niños con una predisposición genética. Esta es un hipótesis que deberán validar con estudios futuros.
Por ahora, la sospecha está instalada. Los investigadores creen que AAV2 pudo haber sido el desencadenante de muchos casos de hepatitis infantil en el pasado. Sin embargo, no es posible comprobarlo porque muchos países no realizan pruebas para virus de hepatitis.
En uno de esos estudios, los investigadores secuenciaron ADN y ARN de muestras de sangre extraídas a niños con hepatitis. Hicieron lo mismo con muestras de sangre de niños sanos y niños infectados por adenovirus pero sin daño hepático.
El AAV2 estuvo presente en todos los niños con hepatitis, pero no hubo rastros en los demás niños. Pero, además, los investigadores encontraron que 8 de los 9 niños con hepatitis tienen una variante genética llamada HLA-DRB1*04:01 que puede afectar la respuesta inmunitaria a las infecciones.
En el otro estudio, los autores realizaron un estudio similar al comparar 28 niños con hepatitis con otros 136 niños. Los investigadores descubrieron que AAV2 estaba en la sangre de 27 de los 28 niños, pero no lo estaba en los 136 niños que participaron del estudio o aparecía en niveles muy bajos.
Todo esto lleva a concluir que la aparición de casos de hepatitis infantil no estaría vinculada con el coronavirus.
Mientras tanto, la colaboración en los estudios sobre hepatitis infantil continuarán por este camino para encontrar más respuestas.
Referencias:
Mystery child hepatitis cases linked to previously ‘harmless’ virus: https://www.newscientist.com/article/2330496-mystery-child-hepatitis-cases-linked-to-previously-harmless-virus/