La revisión por pares es actualmente la piedra angular de la ciencia moderna. No precisamente porque sea un proceso esencial durante el estudio de un fenómeno, como sí lo es el método científico, sino porque es un trámite necesario para la publicación de cualquier investigación.
Todas las revistas científicas, conferencias y solicitudes de becas exigen que un experto examine cada trabajo antes de su publicación. Esto con la finalidad de garantizar que la evidencia presentada sea rigurosa, coherente y aumente el conocimiento previo que se tenía sobre el tema.
Si lo vemos desde una perspectiva lógica, es bueno que existan revisiones por pares que aseguren la calidad de cada estudio. Sin embargo, el que sea una buena práctica en la teoría no significa que sea efectiva en la práctica.
Muchos autores, revisores y editores tienen problemas con la forma en que funciona este sistema, ya que es lento, exclusivo y poco remunerado. Lo que ocasiona que muchos estudios científicos nunca lleguen a ver la luz a pesar de ser completamente legítimos.
¿Cómo funciona la revisión por pares?

Para entender la magnitud de este problema administrativo, primero necesitamos aclarar cómo afecta esta piedra angular a los científicos y sus respectivas ciencias.
El proceso de revisión por pares para revistas involucra al menos tres etapas:
La de evaluación de escritorio. En esta, el contenido científico es enviado directamente al editor de la revista para juzgar la relevancia del estudio. Si este lo considera, puede rechazar el trabajo sin enviarlo a otros evaluadores, por lo que es la fase más crítica.
Luego está la revisión ciega. Es cuando, habiendo superado la primera fase, el equipo editorial decide enviar el trabajo a “revisores ciegos”. Es decir a un equipo de expertos ajenos a la revista para que decidan si rechazan el documento o lo aceptan tal y como está. El número de revisores ciegos puede variar dependiendo del campo de estudio. Por ejemplo, en finanzas puede haber solo un revisor, pero en otros campos de las ciencias sociales el mínimo son cuatro, por lo que es muy difícil superar esta fase de revisión.
Y finalmente, la revisión final o “verdadera”, que es cuando el trabajo es devuelto al autor original para que haga los ajustes sugeridos. De lo contrario, su publicación será rechazada a pesar de haber superado el resto de fases.
Para que nos hagamos una idea, la reconocida revista Nature publica alrededor del 7% de los trabajos presentados cada año. Así que, teniendo esta cifra en cuenta, podemos imaginarnos la cantidad de estudios científicos que son rechazados en alguna de las fases por los desafíos que impone esta piedra angular de las ciencias. Entre los cuales están:
La explotación que supone llevar a cabo este proceso
Aunque la revisión por pares a menudo se considera una empresa colectiva de la comunidad académica, solo una pequeña parte de los científicos se dedica a la revisión de este contenido.
Un estudio de revistas biomédicas encontró que, en 2015, el 20% de los investigadores realizó el 94% de la revisión por pares. Y lo que es aún peor, de forma gratuita, ya que su tiempo y su esfuerzo no suele ser remunerado.
Por lo que es normal que durante las revisiones ocurran errores.
La lentitud de la revisión por pares
El investigador puede estar esperando más de un año por la publicación de su estudio en una revista, debido a las distintas fases de revisión. Lo que lejos de ser positivo, puede retrasar a la comunidad científica que necesita obtener promociones o puestos.
Entonces si es tan problemática, ¿por qué se aplica esta piedra angular de las ciencias?

Antes, la formación de teorías científicas era un proceso rápido, ya que los conceptos se iban descartando naturalmente cuando resultaban superfluos para la sociedad.
Sin embargo, en el siglo XI R. Grosseteste y R. Bacon trabajaron en la metodología de las ciencias y reformaron el patrón aristotélico inductivo-deductivo con una tercera etapa: la contrastación con la experiencia.
Lo que está sugería era que si se podía demostrar que los resultados propuestos eran falsos, entonces la propia hipótesis era falsa y descartada.
Esto desembocó en una corriente de escepticismo que más tarde Francis Bacon abordaría para desarrollar el método empírico. Y como él, miles de científicos más a lo largo de los años que acabarían convirtiendo a la revisión de pares en la piedra angular de la ciencia moderna.
Pero es importante tener en cuenta que este no es un proceso malo en la teoría, solo en la práctica actual.
Si hubieran mejores incentivos para las revisiones por pares, el reclutamiento y aprobación de los trabajos sería más efectivo y tendríamos estudios verificados mucho más rápido.
Así que, no odiemos a la piedra angular de la ciencia por estar defectuosa, porque todavía se puede ajustar.
Referencias:
The Cornerstone of Modern Science Is Broken, Some Say. Here’s How We Can Fix It https://www.sciencealert.com/the-cornerstone-of-modern-science-is-in-trouble-here-s-what-can-be-done-to-fix-it
What’s peer review https://www.elsevier.com/reviewers/what-is-peer-review