No todo el mundo sabe bien que una cabeza tractora no es un camión, sino un vehículo independiente que tiene como función arrastrar una carga determinada, es decir, no está integrada con el resto de la estructura habitual de cualquier camión.
Las partes que conforman esta cabeza tractora son dos; por un lado, la cabina, donde irá el conductor y se pilota y, por otro lado, la quinta rueda, que es el mecanismo que permite el enganche al semirremolque de los vehículos articulados.
El mercado ofrece una enorme variedad de cabezas tractoras para el transporte de mercancías, aunque, en estos momentos, es en el entorno de los vehículos de ocasión donde se está dando un mayor crecimiento en ventas. Solo hay que visitar páginas especializadas como truck1.eu para comprobar los excelentes precios y la calidad de estas máquinas. En este sentido, merece señalar el Scania R-serie de segunda mano o el Scania R500 que se ofertan en la web mencionada.
¿Qué hace una cabeza tractora?
La función de estos sistemas de transporte por carretera es el de trasladar todo tipo de mercancías que están destinadas a colocarse en un remolque o semirremolque. La ventaja de estos vehículos es su extrema facilidad para coger o soltar su carga, una acción que acometen sencilla y rápidamente gracias a sus enganches universales que consiguen que se ahorre tiempo en la carga y descarga.
Al poder funcionar como transporte de mercancías propias y en servicios públicos, no son pocas las empresas de transporte que los utilizan para combinarlos en el desarrollo de sus actividades logísticas o prestación de servicios. Para cumplir con su función, bastará tener en consideración cuál es el modelo de cabeza tractora que utiliza (4×2, 4×4, 6×2, 6×4, o 6×6).
Datos diferenciadores de las cabezas tractoras
Una vez se tiene claro que la diferencia fundamental entre un camión y una cabeza tractora es la capacidad de articulación. Un camión lleva un motor rígido con un chasis único y dos conjuntos de ejes. El tractocamión, en cambio, se trata de un vehículo articulado que mediante un punto une dos partes rígidas, podremos entender más fácilmente sus principales diferencias.
La cabeza tractora no tiene un diseño especializado en la carga de mercancías, como sí tiene un camión rígido, sino que su configuración está pensada para el arrastre de un semirremolque, remolque u otro tipo de elemento, que son las partes que soportarán el peso de lo que se decida cargar. Así mismo, y como cabe imaginar, pueden ser usados sin portar ningún tipo de carga.
Por otro lado, estos vehículos son notablemente más flexibles que los camiones. Una de sus mayores ventajas es la mencionada capacidad para enganchar o desenganchar las partes que se van a arrastrar por carretera de manera sencilla y muy rápida. Gracias a la quinta rueda, se hace posible maniobrar durante el trayecto. Por otra parte, si sufriera alguna avería, la sustitución de la cabeza por otra también será rápida, por lo que la carga podrá seguir su camino y cumplir con el plazo de entrega. Tampoco hay que olvidar que estos modelos aguantan mucho más peso y dimensiones de carga que cualquier camión rígido.