La crianza de los niños es un tema delicado para los seres humanos, especialmente cuando se incluye a la homosexualidad en la ecuación. Muchos psicólogos piensan que estas parejas homosexuales no pueden criar hijos, porque no poseen el mismo instinto maternal o paternal de las parejas heterosexuales.
Por lo tanto, si tuvieran un niño a su cargo, lo más probable es que este pequeño “sufriera”.
Pero, afortunadamente, la naturaleza se ha encargado de refutar esta suposición en varias ocasiones, dejándonos sorprendentes historias alrededor del mundo que demuestran que la homosexualidad no afecta a la crianza en absoluto.
Los pingüinos homosexuales como padres adoptivos
Una de las especies más reconocidas en el reino animal por priorizar la relación amorosa antes que la reproducción, son los pingüinos. Estas aves marinas eligen libremente con quién quieren pasar el resto de su vida, basándose en su personalidad. Lo que da lugar a parejas ocasionales entre dos machos o dos hembras, incapaces de tener hijos biológicos pero no de criar polluelos.
Los cuidadores a cargo de estos pingüinos homosexuales les han dado la posibilidad de criar huevos de parejas heterosexuales en tres ocasiones, al ver que buscaban rocas para empollar.
La primera vez en 2005, a una pareja de machos llamados Silo y Roy que nacieron en el zoológico de Central Park. En una segunda ocasión, a una pareja de dos hembras en 2020, conocidas en el Acuario de Valencia como Electra y Violet. Y finalmente, este año, a dos machos llamados Elmer y Lima del zoológico Rosamond Gifford de Nueva York.
Curiosamente, en todos los casos el resultado fue siempre el mismo: las parejas homosexuales criaron al huevo como su hijo hasta que creció lo suficiente como para abandonar el nido.
Se encargaron de mantener caliente al huevo, crear el nido en el que viviría sus primeros años y alimentar al polluelo recién nacido. Esto mediante una dinámica de cambio de roles entre lo que debía hacer el padre y la madre cada par de horas.
¿Por qué? Simplemente porque la homosexualidad no afecta la manera en la que los padres actúan durante la crianza de un niño. Ya sea un bebé pingüino o uno humano.
La crianza no depende de la orientación sexual de la pareja

Un estudio publicado en el Journal of Developmental and Behavioral Pediatrics descubrió que los niños criados por padres del mismo sexo son tan saludables emocional y físicamente como el resto de niños. Esto debido a que las parejas del mismo sexo también se encargan de ofrecerles una buena alimentación, educación de calidad y cuidados médicos.
Lo único que diferencia a estos núcleos familiares de los más tradicionales, es su capacidad de adoptar diferentes roles.
En ocasiones, las parejas homosexuales estudiadas solían actuar más del lado paterno que del materno, o intercambiar responsabilidades al criar al hijo. Tal y como hacían los pingüinos.
Para algunos psicólogos esto es supuestamente «peligroso», ya que los niños podrían perder su percepción de los roles familiares y del género. Sin embargo, esto no suele ocurrir, debido a las otras interacciones que el infante experimenta a lo largo de su vida. Con lo cual las parejas homosexuales son perfectamente capaces de criar hijos sanos y exitosos.
Incluso, a veces, mucho mejor que la familia biológica de ese niño, pues suele pasar que algunas parejas no están capacitadas para la crianza a pesar de ser el padre y la madre.
Esto ocurre hasta en los pingüinos. Por ejemplo, los cuidadores de Elmer y Lima decidieron darles su primer huevo porque sabían que la pareja que lo dio a luz era todavía inexperta. Con lo cual podían ocurrir tres posibles escenarios: que rompieran el huevo, que lo abandonaran o que no supieran protegerlo de las amenazas.
Por supuesto, existen parejas homosexuales que no deberían plantearse criar a un niño. Pero esto debido a los problemas maritales o la tentativa de divorcio que son comunes en todas las parejas, no por su orientación sexual.
Más pruebas de parejas homosexuales que pueden criar hijos

Si los pingüinos y los estudios humanos no son suficientes, existen muchos otros ejemplos de acoplamientos homosexuales en el reino animal.
Por ejemplo, los simios participan anualmente en actividades sexuales con machos y hembras de la especie para fomentar la convivencia en familia de los más pequeños.
De igual forma, los delfines mulares y los pájaros albatros suelen compartir las tareas de crianza de los polluelos de su mismo género, aunque no sean los familiares o padres biológicos.
Así que, si todos estos animales pueden aceptar a las parejas homosexuales, y dejar que críen a sus hijos, ¿por qué los seres humanos no?
Referencias:
Same-sex penguin couple become first-time dads at New York zoo https://edition.cnn.com/travel/article/gay-penguins-hatch-egg-scli-intl-scn/index.html
Same-Sex and Different-Sex Parent Households and Child Health Outcomes https://journals.lww.com/jrnldbp/Abstract/2016/04000/Same_Sex_and_Different_Sex_Parent_Households_and.1.aspx