La humanidad ha sobrevivido a toda clase de catástrofes globales por más de 200 mil años. Pero eso no significa que en todo este tiempo haya aprendido a vivir en paz y armonía con el prójimo.
Actualmente, cualquier cosa puede desatar una Tercera Guerra Mundial entre dos potencias, incluso un chip defectuoso. Esto debido a que somos más propensos a creerle a la tecnología que al sentido común e inherente del ser humano. Y como prueba de ello tenemos el caso Petrov que ocurrió en 1983, cuando la Unión Soviética pensó que estaba siendo “bombardeada” por misiles estadounidenses.
Un chip defectuoso que confundió a las nubes con misiles de guerra

Durante la Guerra Fría, los ordenadores y los sistemas de información se hicieron cada vez más importantes. Estados Unidos y la Unión Soviética decidieron “programar” su defensa territorial utilizando fórmulas matemáticas, satélites y chips de defensa. Esto pensando que así serían los primeros en responder ante un ataque terrorista.
Sin embargo, lo que nunca consideraron es que la tecnología crearía una falsa alarma de guerra. A las 00:14 horas del 26 de septiembre, el satélite soviético OKO detectó un misil de Estados Unidos cerca de su frontera aérea. Y minutos después, otros cuatro misiles que apuntaban directamente a Moscú desde el mismo punto.
Para ese momento, el encargado del sistema era Stanislav Petrov. Un teniente coronel que no creía que cinco misiles fueran el inicio de una guerra nuclear. Con lo cual no alertó la KGB sobre el incidente, a la espera de una confirmación por parte de los radares terrestres.
Finalmente, el escáner confirmó que la “supuesta guerra” fue producto de un chip defectuoso en el sistema OKO. Aquella noche el tiempo era parcialmente nublado, por lo que la luz del sol reflejada en las nubes se parecía a un misil. Sin embargo, era un simple error tecnológico.
Lo más curioso de este suceso, que evitó una Tercera Guerra Mundial en 1983, fue que nadie le reconoció a Stanislav Petrov por su acto de sentido común. Por el contrario, los altos mandos de la Unión Soviética lo destituyeron de su cargo, por arriesgar la integridad territorial de su nación. Lo que demostró claramente que, de no haberse hecho público, Moscú hubiera ido a la guerra simplemente porque un chip defectuoso se lo decía.
Un suceso aislado en el tiempo que ha ocurrido en varias ocasiones

El caso Petrov es uno de los errores tecnológicos más conocidos, debido al riesgo que supone una guerra nuclear, pero no es el único que la humanidad y los chips defectuosos han protagonizado.
Hasta ahora se han contabilizado por lo menos 22 errores altamente alarmantes alrededor del mundo. En su mayoría producidos por chips defectuosos, o en su defecto, por errores de calibración en los dispositivos militares.
Por ejemplo, el 3 de junio de 1980, hubo otro fallo técnico que hizo saltar las alarmas del lado estadounidense. Su sistema de alerta detectó a las 2:25 de la madrugada 200 misiles en el aire, y de repente, todos desaparecieron. Un fenómeno que movilizó a cientos de soldados americanos a los cuarteles, solo para descubrir que los misiles de guerra fueron causados por un chip defectuoso que habían comprado por 46 centavos de dólar.
“Habían llamado incluso a la Casa Blanca. La llamada pasó al asesor de seguridad nacional. Por suerte se demoró unos minutos antes de despertar al presidente, durante los que se determinó que era una falsa alarma”.
William Perry, secretario de Defensa de EE.UU en 1980
Asimismo, en 1958 un avión arrojó accidentalmente una bomba nuclear en el jardín trasero de una familia. Milagrosamente nadie murió, pero el objetivo no era atacar civiles. Por desgracia, un corte en las comunicaciones con el Comando Aéreo Estratégico de Estados Unidos fue más que suficiente como para desestabilizar el avión y arruinar el vecindario.
Entonces… ¿La tecnología siempre se equivoca?

No. Hay dos tipos de errores que pueden dar lugar a una falsa alarma de guerra: los chips defectuosos, y el ser humano.
En muchos casos, ambos trabajan como una sinergia y dependen el uno del otro. Si Stanislav Petrov se hubiera dejado influenciar únicamente por el OKO es posible que la Guerra Fría realmente hubiera terminado en un conflicto bélico. Tal y como ocurrió con otros errores tecnológicos. Sin embargo, el teniente no se dejó llevar por esa sinergia.
Lo que esto demuestra es que el ser humano no debería creer ciegamente en la tecnología tal y como lo hace hoy en día. Al menos no sin comprobar primero que no haya guerras en el perímetro, ya que a gran escala un simple chip defectuoso podría hacer del mundo un lugar muy diferente.
Referencias:
El susto de Yeltsin y otros errores nucleares que casi causan la Tercera Guerra Mundial https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-60584847
El caso Petrov y otros errores tecnológicos que casi desatan una guerra nuclear https://www.eldiario.es/tecnologia/diario-turing/errores-tecnologicos-desatan-guerra-nuclear_1_4632633.html