Todos sabemos que la violencia doméstica es un tipo de abuso que se desarrolla dentro del núcleo familiar. Generalmente por culpa de un miembro de la pareja, que hiere al otro física o mentalmente. Pero eso no significa que a ojos de un juez todo insulto o abuso cuente como “violencia doméstica”.
Si algo nos ha enseñado la batalla en tribunales que están peleando Johnny Deep y Amber Heard es que la violencia de pareja no siempre es lo que parece. Es por eso que debemos entender qué es realmente el maltrato antes de ir a un juicio a pedir cuatro años de cárcel.
¿Qué matiz de violencia doméstica es penado?

La mayoría de las leyes penales establecen que cualquier acto de violencia física, agresión sexual, abuso emocional o acoso son penados como violencia doméstica. Ahora, dependiendo de cómo se ejecuten, pueden generar vacíos legales.
Si un miembro de la pareja comete alguno de estos maltratos, como por ejemplo insultar o violar a la otra parte, es posible que acabe en prisión. Pero si ambos cometen actos violentos con el otro durante toda su relación, la cosa se complica. Principalmente porque no existe una “víctima” clara de violencia doméstica, que es la razón por la que se llevan a cabo estos juicios de difamación.
Podemos ver claramente esto en el caso de Johnny Deep y Amber Heard. Si bien Amber apeló primero como víctima, las declaraciones a lo largo del juicio han revelado que ambos fueron violentos con el otro durante la relación. Con lo cual la pelea en tribunales se ha extendido más de lo que debería, a espera de una prueba que recrimine a uno sobre el otro.
Estos matices de la violencia doméstica mutua pueden parecernos muy extraños, ya que estamos acostumbrados a oír sobre una víctima y un victimario. Sin embargo, más del 65% de los casos que van a juicio por violencia de pareja son de naturaleza mutua o bidireccional.
La violencia doméstica bidireccional no es maltrato

De acuerdo con los expertos, la violencia mutua no es un abuso porque en la teoría no existe. Para que fuera apelable, tendría que demostrarse que ambos miembros actúan como perpetrador y víctima por voluntad propia, en lugar de como un método defensivo hacia el abuso del otro. Algo que es muy difícil de ver cuando la evidencia recrimina a ambos por conductas violentas.
Además, un abuso mutuo implica que la frecuencia, la gravedad y las secuelas de cada discusión son iguales entre las partes, y eso es imposible. En la mayoría de los casos existe alguno de los miembros que se aprovecha de su fuerza para ejercer más control sobre el otro, al punto que la única solución es separarse y negar lo ocurrido.
Por tanto, no hay manera legal de encasillar estos matices dentro de un tipo de violencia doméstica penada.
Entonces… ¿Cómo se resuelven estos casos de violencia doméstica?

Para medir con precisión los matices de los casos de violencia que no entran en la ley, como el bidireccional, los jueces consideran un factor clave: el contexto.
Por ejemplo, si una parte está acreditando más cargos de los que deberían al otro o repitiendo patrones abusivos, lo más probable es que esa persona sea el mayor perpetrador de la relación. Esto debido a que, por lo general, las víctimas sufren un “control coercitivo” que les hace perder parte de su autonomía tras los abusos. Lo que significa que son propensos a sentir miedo, desagrado y pánico hacia su victimario, pero no intentarán nunca provocarlo.
Además, los jueces evalúan cuáles son los patrones de violencia de cada uno. La violencia puede variar desde lo que se clasifica como leve, como las bofetadas, hasta graves como la asfixia. Dependiendo de cuántas veces se produzcan estos matices graves en sus actos, el juez acreditará a uno violencia doméstica y al otro violencia situacional (cuando actúa como acto defensivo).
Incluso en algunos casos, cuando la evidencia no difiere mucho entre uno y otro, suelen considerar sesgos cognitivos como el género o la edad para dar un veredicto. Por lo general, las mujeres suelen ser las más afectadas por este tipo de violencia debido a su contextura y su rol en el hogar, por lo que es posible que sean las ganadoras en un juicio cerrado por violencia mutua. Simplemente porque en todo juicio tiene que haber un ganador, aunque no sea del todo culpable.
En este sentido, el veredicto de Depp y Heard que se dará este 27 de mayo quizás podría sorprendernos. Así que lo mejor antes de ir a juicio es estudiar estos matices de violencia doméstica y ver cómo podrían utilizarse para que ningún inocente salga perjudicado.
Referencias:
The Heard v. Depp trial is an opportunity to discuss the nuances of intimate partner violence https://phys.org/news/2022-05-heard-depp-trial-opportunity-discuss.html